MISCELÁNEA HUMANA
Conforme se levantan las órdenes de usar cubrebocas, los trabajadores de tiendas minoristas se sienten vulnerables de nuevo
Reece, una sobreviviente de cáncer de mama de 56 años, reza cuando ve a esos compradores. “Por favor, por favor, no dejes que tenga que atenderlos, porque en mi corazón no quiero ignorarlos, no quiero rechazarlos”, dice. “Pero luego pienso que tampoco me quiero enfermar y morir.