México registró entre enero y octubre los 10 meses más sangrientos desde que se tiene memoria, pero el presidente Andrés López Obrador insistió hoy en que el flagelo de la violencia que castiga al país se estabilizó.
La alcaldesa de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, decretó el jueves la alerta de género en la capital, una declaración que activa una serie de herramientas para combatir la violencia contra las mujeres.
Cuando mataron a su hija, Rosalinda García tuvo que volver a ser madre: su nieto José María quedó huérfano en la ola de feminicidios que azota a México y ella y su esposo tuvieron que hacerse cargo de él.
La política se ha colado en uno de los temas que más unidad deberían lograr en México, la paz. El debate sobre la pacificación del país en el momento más violento de su historia ha entrado en el territorio de la crispación, que guía buena parte de la discusión pública.
Los fracasos de Andrés Manuel, sobre todo de la seguridad, los está capitalizando muy brutalmente la derecha para golpearlo, desprestigiarlo profundamente. Todo depende de Andrés Manuel. Lleva un año, puede virar la nave si hace caso a aquellos que somos críticos suyos, no sus enemigos.
Hombres armados desataron el caos en Nuevo Laredo, ciudad mexicana que hace frontera con Laredo, Texas, bloqueando avenidas importantes, incendiando vehículos y enfrentándose con soldados en tiroteos que dejaron un presunto agresor muerto.
Al menos un militar y seis presuntos delincuentes han muerto en una serie de enfrentamientos registrados el jueves en la ciudad mexicana de Nuevo Laredo, situada en el norte del país, según un balance de víctimas divulgado por las autoridades locales.
Agentes del FBI están en México para ayudar a investigar la masacre de nueve mujeres y niños con nacionalidad estadounidense ocurrida en el norte del país la semana pasada.
La delincuencia organizada cambió su "modus operandi" para enfrentar la forma de afrontar la ofensiva del gobierno en su contra y ahora no sólo dirige sus ataques contra sus enemigos sino también contra civiles, que suelen ser aterrorizados en las calles por hombres armados.
Un hombre de Utah que ayudó a su madre y otros familiares a huir del norte de México luego de la reciente matanza dijo el domingo que la mayoría escapó a Arizona con lo que pudo meter en sus carros y camiones y probablemente nunca regresará.
Decenas de camionetas han salido esta mañana del rancho La Mora, en Sonora, a la Colonia LeBarón, en Galeana, Chihuahua. Cinco o seis horas de viaje por una pista de tierra. Dentro iban amigos y familiares de las mujeres y los niños asesinados allí el lunes.
El gobierno mexicano presentó el jueves una nueva plataforma digital en la que cualquier ciudadano o autoridad podrá denunciar la desaparición de un individuo sin necesidad de presentarse en persona, evitando así las trabas burocráticas y las intimidaciones.
Indignados familiares de seis niños y tres mujeres que fueron asesinados en una emboscada en México instaron al gobierno de Andrés Manuel López Obrador a aceptar la ayuda ofrecida por Estados Unidos para enfrentar a los cárteles de la droga.
Familiares de los niños y mujeres asesinados en una emboscada en el norte de México pidieron el jueves justicia para hallar a los culpables del hecho, así como de las muertes y desapariciones de decenas de miles de mexicanos “sin voz” en los últimos años.
Una inusual oleada de violencia en el lado sur de la frontera de Arizona con México ha detonado alertas de las autoridades de Estados Unidos y obligado a ciudadanos estadounidenses a pensar cómo viajar más seguros.
Mientras 850 elementos de fuerzas de seguridad local, estatal y federal se preparaban para emprender una redada en una enorme prisión estatal del norte de México, los reos orquestaron una ola de caos afuera de la cárcel de Ciudad Juárez.
Con soldados mexicanos vigilando, una madre y sus dos hijos fueron enterrados el jueves en unos ataúdes tallados a mano en el primer funeral para las víctimas de una emboscada efectuada por sicarios del narcotráfico que dejó nueve mujeres y niños estadounidenses sin vida.
Familiares comenzaron a sepultar este jueves a las nueve mujeres y niños mormones asesinados en una emboscada a manos de sicarios en el norte de México, bajo un ambiente de dolor y mucha tensión por los cárteles del narcotráfico.
Con militares custodiando la entrada de La Mora, cientos de personas llegaron el jueves a este remoto poblado agrícola mexicano para los funerales de tres mujeres y seis niños estadounidenses asesinados en una emboscada por integrantes de un cártel de las drogas.
El gobierno mexicano identificó a la banda de narcotráfico La Línea como el presunto responsable de la masacre contra miembros de la familia LeBarón, donde murieron tres mujeres y seis menores de edad.
