"Deberíamos considerar muy seriamente la posibilidad de dar más flexibilidad a los Estados miembros para que utilicen una parte limitada del presupuesto en situaciones de crisis", ha admitido, aunque ha apuntado que a pesar de que el tiempo apremia, porque la ayuda se necesita "urgentemente".
Ucrania ha recogido hasta ahora unos 57,6 millones de toneladas de cereales y semillas oleaginosas de la nueva cosecha de 2023, según informó el viernes el Ministerio de Agricultura.
Ucrania ha aumentado sus envíos de grano por carretera en la primera quincena de octubre, en busca de enviar al extranjero la mayor cantidad posible de su abundante producción de cereales y aceite vegetal, informaron el miércoles intermediarios.
La cosecha de cereales de Rusia en 2023 rondará los 137-138 millones de toneladas, dijo el miércoles el presidente ruso, Vladimir Putin, en una reunión en China con el primer ministro interino de Pakistán.
Los precios del trigo subían alrededor de un 0,6% a 5,72 dólares el bushel, con los futuros de diciembre cruzando brevemente por encima del promedio móvil de 20 días del contrato antes de caer de nuevo por debajo de ella. Los valores habían subido más de un 2,1% durante la sesión en Asia.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, "sigue decidido a facilitar el acceso sin trabas a los mercados mundiales de los productos alimentarios y los fertilizantes procedentes tanto de Ucrania como de la Federación Rusa", declaró Dujarric.
Ucrania, Polonia y Lituania acordaron un plan con el que esperan acelerar las exportaciones ucranianas de granos, dijeron funcionarios el martes, lo que beneficiaría a países pobres más allá de Europa.
El trigo repuntaba el lunes en Chicago debido a apuestas a que los precios habrían tocado fondo, después de que el viernes cayeron más de un 6% a mínimos de tres años tras la publicación de datos del Gobierno que pronosticaban una cosecha de trigo estadounidense mayor de lo esperado.
¿Cómo se prepara la comida cuando un ingrediente básico es demasiado caro? Esta pregunta se plantea en hogares de todo el mundo ante la escasez de alimentos básicos como arroz, aceite de cocina y cebollas.
Las relaciones entre Kiev y Varsovia se han agriado desde que Polonia, junto con Hungría y Eslovaquia, decidiera prorrogar la prohibición introducida para proteger a los agricultores del aumento de las importaciones de cereales y alimentos procedentes de Ucrania tras la invasión rusa del país.
Ucrania es un productor tradicional de trigo de invierno, que representa al menos el 95% de su cosecha total de trigo. El Ministerio también indicó que los agricultores habían sembrado 74,000 hectáreas de cebada de invierno y 1,038 millones de hectáreas de colza de invierno.
La firma aseguradora Miller anunció el martes que se ha creado un nuevo servicio de seguro marítimo para las exportaciones de granos de Ucrania que utilizan rutas del país en altamar, en colaboración con las autoridades de ese país.
Los agricultores ucranianos sembraron un total de 2,18 millones de hectáreas de cultivos de invierno hasta el 26 de septiembre, informó el martes el Ministerio de Agricultura.
La Comisión Europea prohibió la importación de trigo, maíz, colza y girasol de Ucrania a Polonia, Hungría, Rumanía, Bulgaria y Eslovaquia, después de que estos países protestaran por los daños que esta medida de gracia estaba ocasionando a sus productores y mercados internos.
Las exportaciones ucranianas de cereales cayeron bruscamente a 1,45 millones de toneladas métricas en el lapso comprendido entre el 1 y el 21 de septiembre, frente a los cerca de 2,94 millones de toneladas en el periodo correspondiente de 2022, mostraron el viernes los datos.
La demanda de exportación de cereales estadounidenses se ha visto frenada por la abundante oferta de ambas cosechas procedente de Brasil, la firmeza del dólar y el estiaje en el río Misisipi, que ha ralentizado el movimiento de barcazas hacia las terminales de exportación del Golfo.
Ucrania accedió el jueves a autorizar sus exportaciones de grano a Eslovaquia e impulsó un acuerdo con Polonia para poner fin a las restricciones impuestas por sus vecinos al grano que se ve obligada a enviar por tierra desde la invasión rusa del año pasado.
En este punto, ha recordado el impacto que está teniendo la guerra a escala global y que afecta a la seguridad alimentaria, a la seguridad nuclear y a la energética con "consecuencias nefastas para millones de personas y muy especialmente para aquellos que viven en países más vulnerables".
Barbu también afirmó que Rumania sólo expedirá licencias de importación a los agricultores y procesadores de alimentos rumanos que necesiten reponer existencias, y no a intermediarios, y que se realizarán inspecciones de seguridad alimentaria en todas las importaciones.
El desglose de los datos mostró que Rumania sigue siendo el mayor exportador de trigo blando de la UE en lo que va de 2023/24, con 1,63 millones de toneladas enviadas, seguida de Polonia con 1,25 millones, Francia con 1,22 millones, Bulgaria con 937,000 y Alemania con 582,000.
