En la isla de Chipre, al sureste del mar Mediterráneo, la gente se agolpaba bajo los aparatos de aire acondicionado y los ventiladores a toda potencia, ya que se preveía que las temperaturas del mediodía en el interior alcanzaran los 43 grados Celsius (110 grados Fahrenheit).
El aumento sobre la marca anterior para junio es “un salto considerablemente grande” debido a que los registros mensuales globales se basan en mediciones amplias que a menudo suben centésimas no cuartas partes de grado, dijo la científica climática de la NOAA, Ahira Sanchez-Lugo.
Más al sur, en Argelia, donde la semana pasada hizo tanto calor que el país registró su mínimo nocturno más alto de 39,6 C (103,3 F) en la ciudad de Adrar, las temperaturas siguieron subiendo esta semana. Muchas personas transportaban agua a través del calor en Argel, su capital.
Turistas en Atenas se agolpaban bajo rociadores y a los animales del zoológico de Madrid los alimentaban con verduras y frutas congeladas en medio de una ola de calor en el sur de Europa con pronósticos graves anunciados por la agencia espacial de la Unión Europea.
Tras un invierno histórico por las abundantes precipitaciones y una primavera nublada, el verano arreciaba en California con una ola de calor que disparaba las temperaturas y aumentaba el riesgo de incendios forestales tras varios días afectando al suroeste de Estados Unidos.
Según el Servicio Meteorológico Nacional, la ola de calor que empezó a azotar el condado de San Diego el martes podría intensificarse lo suficiente como para que las temperaturas se aproximen a los 120 grados el domingo en los desiertos locales, incluidos Ocotillo Wells y Borrego Springs.
“No estamos fuera de peligro”, comentó Scott. “Esto no está ni cerca de terminar”. Tuiteó que no había paso en los caminos alrededor de su hogar el martes por la mañana, por lo que tuvo que atravesar el bosque para llegar al centro de respuesta de emergencias del estado.
Los residentes del suroeste de Estados Unidos, acostumbrados a los veranos abrasadores, están sintiendo una ola de calor extremo que azota a Arizona, Nevada, Nuevo México y el sur de California esta semana con temperaturas de más de 37 grados Celsius y advertencias de calor excesivo.
Una tormenta se alejaba el martes tras dejar la lluvia de dos meses en Vermont y saturar otras zonas del nordeste, aunque se esperaban más inundaciones después de que el agua cortara el acceso a algunas poblaciones, incluida la vía principal a la capital del estado.
El calentamiento de los océanos de todo el mundo ha sido particularmente duro con Florida. La temperatura del agua en los treinta y tantos grados Celsius (más de 90 °Fahrenheit) amenaza a los delicados arrecifes de coral, priva a los bañistas de refrescarse con un chapuzón y trae más dificultades.
Vermont es uno de los más afectados de la región: las mediciones de agua se han situado hasta ahora entre 7 y 15 centímetros, y se espera que lleguen a 5 centímetros en las próximas horas en zonas que revisten "peligro de muerte", incluyendo una veintena de localidades y el aeropuerto de Rutland.
Las altas temperaturas que agobiaron a Europa el verano pasado podrían haber causado 61,000 muertes, lo que resalta la necesidad de que los gobiernos encaren los efectos a la salud que tiene el calentamiento global, dicen científicos.
Estará en vigor una alerta por calor excesivo desde los valles hasta los desiertos desde las 11 a.m. del martes hasta las 8 p.m. del domingo, periodo en el que la temperatura podría alcanzar los 116 grados en la ruta estatal 78, en la zona de Ocotillo Wells. Borrego Springs alcanzará los 115.
El Aeropuerto Internacional de Miami (MIA) registró este viernes la temperatura récord de 97 grados Fahrenheit (36 grados Celsius), con una sensación térmica que alcanzó los 110 grados Fahrenheit (43 grados Celsius) a lo largo de costa este de Florida, señaló el Servicio Meteorológico Nacional.
Robert Watson, científico y expresidente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU, dijo que los gobiernos y el sector privado “no están verdaderamente comprometidos para hacer frente al cambio climático”. Tampoco lo están los ciudadanos, dijo.
Este jueves, la directora médica de Canadá, la doctora Theresa Tam, advirtió que el humo que este año está cubriendo poblaciones como Toronto o Montreal es peligroso para la salud de las personas, especialmente aquellos individuos con problemas respiratorios o cardíacos.
OceanGate, el fabricante del submarino Titán que sufrió una implosión a mediados de junio cuando se encontraba realizando una inmersión para visitar los restos del Titanic, ha informado este jueves de que ha suspendido todas sus operaciones.
La temporada de huracanes en el Atlántico podría aumentar a 18 tormentas tropicales con nombre y 9 huracanes, de los cuales 4 serían de categoría mayor debido al "calor anómalo extremo" registrado en la superficie marina, según una actualización de la Universidad Estatal de Colorado (CSU).
El planeta entero padeció el martes el día más caluroso del que se tenga registro en al menos 44 años, y el miércoles podría romperse otro récord, de acuerdo con expertos de la Universidad de Maine que participan en el proyecto Climate Reanalyzer.
“Este no es un hito que debamos celebrar, es una sentencia de muerte para las personas y los ecosistemas”, dijo Friederike Otto, profesora sénior del Instituto de Investigación Grantham sobre Cambio Climático y Medio Ambiente. “Lo preocupante es que no será el día más caluroso por mucho tiempo”.
