El primer ministro Boris Johnson advirtió el domingo que Gran Bretaña enfrenta una “marejada” de infecciones de la variante ómicron del coronavirus, y anunció un enorme incremento en la aplicación de vacunas de refuerzo para fortalecer las defensas de la gente.
Francia ha registrado un promedio diario de más de 44,000 casos nuevos en la última semana, un aumento de 36% respecto a la semana previa, de acuerdo con las cifras más recientes del gobierno. Las hospitalizaciones de personas con CIVID-19 subieron 1.120 en la semana, un aumento de 41%.
Corea del Sur encadenó el viernes su tercer día con más de 7,000 nuevos casos de coronavirus en medio de una ola de contagios sin precedentes que ha colapsado hospitales y que amenaza su objetivo de superar la pandemia sin decretar confinamientos.
Israel decidió ampliar sus estrictas restricciones de viaje, incluyendo la prohibición de que los extranjeros ingresen al país, por 10 días más en un intento por impedir la llegada de nuevos casos de la variante ómicron del coronavirus.
Un juzgado de Panamá amplió el plazo para realizar una investigación que arrancó tras denuncias de inmunización ilegal contra COVID-19 en la capital a mediados de año. La situación indignó a la población mientras avanzaba lentamente la campaña de vacunación.
La directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus iniciales en inglés) aseguró el miércoles que casi todas las personas contagiadas con la variante ómicron del coronavirus en el país sufrieron apenas un cuadro leve de la enfermedad.
Las firmas farmacéuticas, en un comunicado divulgado hoy, señalaron que un grupo de pacientes que había recibido dos dosis de la vacuna contra la covid-19 mostraron una eficacia contra la variante ómicron 25 veces menor que contra el virus en su variante anterior.
Según Albert Bourla, presidente y director general de Pfizer, citado en el comunicado, dos dosis ofrecen protección frente a ómicron e impiden desarrollar la enfermedad de manera grave, pero después de los estudios realizados está claro que la protección "mejora" con una tercera dosis.
Mientras el mundo se preocupa por la posibilidad de que la variante ómicron del coronavirus pueda causar un aumento de casos y debilitar las vacunas, los desarrolladores de medicamentos tienen algunas noticias alentadoras: dos nuevos fármacos para tratar la COVID-19 están a punto de llegar...
De acuerdo con Eduardo Clark, director general de Gobierno Digital de la capital, es importante que este proceso tenga el apoyo de los centros de trabajo y educativos para que todos puedan recibir su tercera dosis, importante para combatir el coronavirus en esta temporada invernal.
La variante ómicron, detectada por primera vez en el sur de África el mes pasado, ha disparado las alarmas en el mundo por el riesgo de otro aumento en las infecciones, con más de dos docenas de países, desde Japón hasta Estados Unidos, informando de casos.
El Ministerio de Salud de España dio luz verde el martes para vacunar a los niños de 5 a 11 años contra el COVID-19 en medio de un aumento de los contagios en las últimas semanas.
Se anticipa que aumente todavía más la demanda de vacunas conforme el presidente Biden exhorta a los estadounidenses vacunados a ponerse el refuerzo para combatir la variante ómicron. El jueves, la Casa Blanca dijo que más de dos de cada tres vacunas de COVID-19 se administran en farmacias locales.
El estudio, publicado a última hora del jueves, encontró que una dosis completa o media dosis de Pfizer o una dosis completa de Moderna dan un fuerte impulso tanto a los niveles de anticuerpos como a los de células T, independientemente de si la persona recibió inicialmente Pfizer o AstraZeneca.
Fabricantes de vacunas ampliamente utilizadas contra el COVID-19, como Moderna Inc y Pfizer Inc y su socio BioNTech, han dicho que están trabajando en nuevas dosis contra la variante, al tiempo que realizan pruebas para determinar si sus inyecciones originales funcionan.
En un informe interno filtrado el miércoles, un panel de expertos que asesora a las autoridades sanitarias advirtió contra la “seguridad falsa” que representarían los certificados de salud en un país en el que casi el 90% de todas las personas habilitadas para vacunarse lo han hecho.
Tras una reunión con mandatarios federales y de los estados, Merkel dijo que las medidas eran necesarias a la luz de preocupaciones de que los hospitales en el país pudiesen verse abrumados por personas con COVID-19, que tienden a tener síntomas más graves entre los no vacunados.
El regulador de medicamentos de la Unión Europea anunció el jueves que inició la revisión continua de una nueva vacuna contra el COVID-19 desarrollada por la startup francesa Valneva, el primer paso para autorizar su uso en el bloque de 27 naciones.
A título de comparación, en la vecina Malasia hubo 12,71 muertes por millón de personas en septiembre. Los malayos también experimentan una fuerte reducción en la cantidad de decesos y ahora están a la par de Singapur, ayudados por las vacunas. Casi el 80% de la población se ha inoculado.
El martes, el gobierno dijo que necesitaba “más claridad” sobre la situación epidemiológica en Angola, Malaui, Mozambique y Zambia antes de tomar la decisión de suspender vuelos provenientes de esos países, como recomendó la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria, conocida como Anvisa.
