“Tenemos toda esta gente armada que debe protegernos y servirnos y que no hace ni lo uno ni lo otro”, sostuvo Robinson. “Para sobrevivir, debemos integrarnos a un sistema con una estructura brutal... para nuestras vidas, nuestra dignidad, nuestra salud. Que tiene un impacto colectivo a largo plazo”
"Un accidente es derramar un vaso de leche, no es un accidente sacar un arma. No es un accidente apuntar a alguien con un arma, tampoco lo es ignorar el hecho de que lo que tienes en la mano no pesa lo mismo que una pistola taser", dijo el letrado que acompañó a las familias.
El componente racial de los sublevados fue obvio. Casi todos blancos, algunos vinculados con grupos nacionalistas blancos y extremistas, trataron de impedir por la fuerza la certificación de la elección presidencial y se tomaron el Capitolio, símbolo de la democracia estadounidense.
La policía norirlandesa informó que los agentes fueron atacados en Londonderry la noche del domingo y que estallaron disturbios también en dos zonas unionistas y probritánicas cerca de Belfast. La mayoría de los involucrados eran adolescentes, indicó la fuerza pública.
La policía norirlandesa llamó a la calma el domingo tras una noche de disturbios en que turbas atacaron a policías e incendiaron automóviles.
Las fuerzas policiales advirtieron a los asistentes a la marcha contra las restricciones que ésta sería disuelta si no se cumplían las normas higiénicas. Finalmente la manifestación discurrió sin problemas, pese a que la mayoría de los participantes iban sin mascarilla y no se guardaba la distancia
Los manifestantes se oponen a la Ley de Policía, Crimen, Sentencias y Cortes del gobierno conservador, que actualmente es analizada por el Parlamento. Bajo los términos del proyecto de ley, que abarca Inglaterra y Gales, la policía podrá prohibir o deshacer protestas.
Jimmy Lai, el propietario del medio amarillista franco Apple Daily; Martin Lee, el octogenario fundador del Partido Democracia de la ciudad; y cinco exlegisladores a favor de la democracia fueron hallados culpables en un fallo emitido por un juez de distrito.
La prensa local reportó que miembros del grupo islamista Hefazat-e-Islam, que tiene una red de escuelas, atacaron edificios del gobierno, incluyendo una estación de policía y una oficina de tierras, en el área de Hathazari en Chattogram antes que interviniese la policía.
Los manifestantes parecían descargar su indignación contra la Ley de policía, sentencias y tribunales que se está tramitando en el Parlamento. Los términos de la ley, que afecta a Inglaterra y Gales, darían más poderes a la policía para responder a las manifestaciones.
El promedio de siete días de casos nuevos diarios en el país ha aumentado en las últimas dos semanas de 9,95 por cada 100,000 personas el 7 de marzo a 15,54 casos nuevos por 100,000 habitantes para el 21 de marzo.
En Finlandia, la policía estimó que 400 personas sin máscaras y muy juntas se concentraron en Helsinki, la capital, para protestar contra las restricciones gubermentales del COVID-19. La policía dijo que la protesta transcurrió pacíficamente, pero violó los requerimientos de distanciamiento social.
Cientos de taxis amarillos y negros trastornaron el tráfico en Barcelona el jueves, en protesta por el regreso de la enorme empresa Uber a la ciudad del noreste de España tras dos años de ausencia.
La ocupación, que llevaba unas tres semanas, era para protestar contra la decisión del gobierno de centroderecha de iniciar patrullas policiales en los campus universitarios.
Ahora, a los 24 años, el ex antesalista de los Fukushima Red Hopes, un equipo de la liga profesional regional de béisbol, está en su primer año trabajando en el ayuntamiento de Tomioka — pero aún no ha vuelto a vivir en la ciudad, como muchos que viajan desde las afueras para sus trabajos.
Los manifestantes cortaron el lunes todas las carreteras importantes a la capital libanesa, lo que provocó atascos e hizo que el responsable de sindicatos hospitalarios advirtiera que los bloqueos impedían la llegada de remesas de oxígeno a centros médicos que atendían a pacientes de coronavirus.
Hasél cumple con una sentencia de nueve meses por incitar actos terroristas —ha elogiado a dos grupos armados, ahora extintos, responsables de matar a más de 900 personas en España— y por negarse a pagar una multa por insultar al rey emérito español.
La cifra de muertes reportada el miércoles fue recopilada por un analista de datos que habló bajo condición de anonimato debido a que temía por su seguridad. También reunió información donde pudo sobre los nombres, edades, ciudades natales de las víctimas, así como dónde y cómo perdieron la vida.
Muchos de los inconformes portaron mascarillas en medio de un repunte de casos de coronavirus. El martes, el Ministerio de Salud reportó 3.098 infecciones nuevas y 62 decesos a causa de la enfermedad, a pesar de que se implementó un confinamiento de una semana de duración.
El rapero Pablo Hasél me parece un bocazas (bocón) sin mucho más talento que el de la provocación. No me gusta su banalización de la violencia, ni su discurso político, ni las letras de sus canciones, ni sus simpatías con el terrorismo. Tampoco sus insultos, y en esto hablo desde la experiencia...
