El grupo guerrillero libanés Hezbollah anunció el lunes que ha comenzado a destruir cámaras de vigilancia israelíes a lo largo de la frontera, en momentos en que aumentan las tensiones después del ataque de Hamas perpetrado el 7 de octubre.
Los palestinos en la asediada Gaza abarrotaron el lunes escuelas y hospitales para buscar refugio mientras se acaban el agua y la comida. Más de un millón de personas han huido de sus casas antes de una invasión israelí prevista para destruir a Hamas en represalia por un ataque miliciano en Israel.
Las fuerzas armadas dijeron el domingo que no atacarán una ruta en específico hacia el sur durante varias horas, exhortando nuevamente a los palestinos a salir de la zona norte. El día anterior, el ejército puso a disposición dos corredores y ofreció un mayor margen para actuar.
Mientras viajaba por Oriente Medio el fin de semana, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, llamó a Wang para pedirle a China que utilice su influencia en la región para evitar que otros países y grupos entren en el conflicto y lo amplíen. Se desconoce la respuesta de Wang.
Una demostración de hecho y no sólo en palabras del apoyo de Estados Unidos a la defensa de Israel y servir como una señal disuasoria para Irán, el Hezbolá libanés y cualquier otro representante en la región que pudiera estar considerando explotar la situación actual intensifique el conflicto".
Biden reiteró a Netanyahu el apoyo "inquebrantable" de Estados Unidos a Israel y enfatizó la necesidad de que todos los países condenen de manera inequívoca a Hamás "como una organización terrorista que no representa las aspiraciones del pueblo palestino".
Las fuerzas israelíes, respaldadas por un creciente despliegue de buques estadounidenses en la región, se posicionaron a lo largo de la frontera de Gaza y ensayaban lo que Israel dijo que sería una amplia campaña para desmantelar al grupo miliciano.
Las fuerzas israelíes, respaldadas por un creciente despliegue de buques estadounidenses en la región, se posicionaron a lo largo de la frontera de Gaza y ensayaban lo que Israel dijo que sería una campaña por aire, tierra y mar para desmantelar al grupo miliciano.
El presidente estadounidense Joe Biden habló el sábado con su homólogo palestino Mahmoud Abbas y con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, instándoles a permitir la llegada de ayuda humanitaria a la región y afirmando su apoyo a los esfuerzos para proteger a la población civil.
Los 2,3 millones de habitantes de la Franja de Gaza asediada no tienen acceso a agua potable limpia después que Israel cortara el suministro de agua y electricidad al enclave al intensificar sus ataques aéreos en respuesta a un sangriento atentado de Hamas la semana pasada.
Mientras la atención del mundo está concentrada en la guerra en Gaza, aumentan las tensiones en la Cisjordania ocupada, donde 54 palestinos murieron en choques con las fuerzas israelíes, allanamientos y ataques de los colonos judíos. Inspectores de la ONU dijeron que fue la semana más letal .
Los judíos de comunidades lejos de Israel se reunieron en sinagogas este fin de semana para sus primeros servicios de sabbat desde que los extremistas de Hamas atacaron a Israel, iniciando una guerra en curso. Los rabinos dirigieron oraciones de paz y compartieron el dolor con sus congregaciones.
La iniciativa ha sido rechazada por Naciones Unidas y varias ONG internacionales que la consideran como un desplazamiento forzado que abocará a 1,1 millones de residentes de estas poblaciones a una catástrofe humanitaria y una violación del derecho Internacional humanitario.
Blinken, pidió el sábado que se proteja a los civiles tanto en la Franja de Gaza como en Israel, después de que el ejército israelí ordenara la evacuación de la mitad de la población del territorio palestino antes de una posible ofensiva por tierra.
El ministro iraní de Exteriores pidió el sábado a Israel que detenga sus ataques sobre Gaza y advirtió que la guerra podría expandirse a otras zonas de Oriente Medio si Hezbollah se une a los combates, lo que supondría un “terremoto enorme” para Israel.
Los palestinos huían el sábado del norte de Gaza después de que el ejército israelí ordenara a casi la mitad de la población que huyera al sur, mientras las tropas israelíes hacían incursiones limitadas antes de una posible invasión terrestre.
“Siento que les debo, sabes, a todas las personas que estaban aquí y fueron asesinadas”, dijo Peleg Horev a un periodista de The Associated Press a quien se le permitió visitar el lugar. “Estoy vivo, me mantuve vivo. Tengo que contar su historia. La de todos y cada uno de ellos”.
"Cuanto más aprendemos sobre el ataque (de Hamás), más horrible se vuelve. Más de 1,000 vidas inocentes se han perdido. Estos tipos hacen que Al Qaeda parezca inocente. Son pura maldad", ha aseverado Biden, agregando que Estados Unidos no ha cometido "ningún error" y "apoya a Israel".
Más tarde, el Departamento de Estado ha emitido un breve comunicado en el que agradece a Abbas y su equipo por el trabajo realizado en aras de "calmar la situación en beneficio de los palestinos, los israelíes y las decenas de miles de estadounidenses que también llaman hogar a Cisjordania".
"Los esfuerzos por destruirlo corre el riesgo de aumentar el apoyo hacia ellos", previene, citando al antiguo secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, quien cuestionó que los ataques con drones contra terroristas pudieran estar creando "más" al provocar víctimas civiles colaterales.
