"He aquí, que estoy a la puerta y llamo"
En la época en que la sociedad no estaba tan mecanizada y las personas llevaban una vida mucho menos agitada, la llegada de visitantes a una residencia era un acontecimiento. Dotadas de paredes gruesas, las casas de aquellos tiempos se cerraban con pesadas puertas guarnecidas de trabas robustas.