Dios es mi Padre ¿de verdad?
¡Y es que el pensar que Dios es mi Padre no puede ser algo indiferente! Deberíamos caer de rodillas llenos de inmensa gratitud al constatar que el Creador del Universo, la Bondad Suma, el Ser más poderoso del Mundo, me ama con un amor infinito, con un amor que sólo es digno de Él.