MENSAJERÍA
La mujer pagana que nos enseñó a pedir
Y la respuesta de Jesús fue terrible. Hubiera podido resentir a cualquiera. No iba Él, Segunda Persona de la Santísima Trinidad, enviado del Padre Eterno, asumido totalmente por la divinidad, judío de nacimiento y buen linaje, darle el pan de los hijos a los perros. ¡Cosa tremenda!