DETRÁS DEL MURO
Hemos dejado que el Darién se convierta en la jungla del silencio
Llevo los últimos cinco años escribiendo historias de desterrados —los llamo así porque entiendo que solo esa palabra cuenta el drama sin eufemismos—. Mi país, Argentina, es hogar para más de 170,000 venezolanos del éxodo que suma más de seis millones de personas.