La Casa Blanca, así como los demócratas y los republicanos en el Congreso, están bajo una creciente presión para llegar a un acuerdo bipartidista de estímulo fiscal para ayudar a los estadounidenses a capear una pandemia que ha matado a casi 216,000 personas y ha dañado la economía.
La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, y el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, tuvieron el miércoles una discusión fructífera sobre las propuestas de alivio económico por el coronavirus pero la falta de un plan estratégico nacional de pruebas sigue...
La Unión Europea tiene luz verde de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para imponer un golpe arancelario a Estados Unidos por importe de 4,000 millones de dólares (unos 3,400 millones de euros) por las ayudas ilegales concedidas al fabricante aeronáutico Boeing.
La administración Trump y los demócratas del Congreso habían estado tratando desde hace más de dos meses de acordar un nuevo plan de ayuda para los 12,6 millones de estadounidenses desempleados y para los hogares de menores ingresos, así como para las empresas devastadas por la pandemia.
La decisión anunciada por Trump se produjo inmediatamente después de que habló con los líderes republicanos en el Congreso, que habían estado observando con recelo las negociaciones entre el secretario del Tesoro Steven Mnuchin y Pelosi.
La tasa de desempleo en Estados Unidos cayó a 7,9% en septiembre, pero las contrataciones han bajado y muchos estadounidenses han dejado de buscar trabajo, dijo el gobierno el viernes en el último reporte laboral antes de la elección presidencial del 3 de noviembre.
Mientras los legisladores se preparaban para dejar Washington durante las semanas que quedan de la campaña presidencial y legislativa de 2020, Pelosi y Mnuchin no lograron llegar a un acuerdo que abarcara la ayuda a los gobiernos estatales y locales.
Las nuevas órdenes de bienes de capital claves fabricados en Estados Unidos se incrementaron más de lo previsto en agosto y la demanda del mes anterior fue más robusta de lo reportado previamente, lo que apunta a una recuperación de las manufacturas tras una prolongada caída.
El número de personas en Estados Unidos que solicitan ayuda económica del gobierno por desempleo aumentó ligeramente la semana pasada a 870,000, una cifra históricamente alta que muestra que la pandemia viral continúa afectando a restaurantes, aerolíneas, hoteles y muchos otros negocios...
Los precios del petróleo subieron el miércoles, respaldados por datos del gobierno de Estados Unidos que mostraron que los inventarios de crudo y combustible cayeron la semana pasada, aunque las preocupaciones sobre la pandemia de coronavirus limitaron las ganancias.
El gobierno británico advirtió el miércoles que podrían formarse filas de 7,000 camiones para cruzar el Canal de la Mancha y esperas de dos días para entrar en Francia inmediatamente después de que Gran Bretaña complete su ruptura económica con la Unión Europea a final de año.
Los precios del petróleo subieron levemente el martes antes de las cifras semanales de inventarios en Estados Unidos, repuntando en algo desde la liquidación de la jornada previa generada por un aumento en los casos de coronavirus.
Es posible que dentro de un año Estados Unidos haya salido del agujero económico de la pandemia con un crecimiento muy superior a su tendencia anterior y que la producción se haya recuperado en gran medida.
La creación de empleos de Estados Unidos continuó desacelerándose en agosto, ya que la ayuda financiera del Gobierno se ha agotado, lo que amenaza la recuperación de la economía tras la recesión inducida por el COVID-19.
El Gobierno francés detalló el jueves su plan de estímulos de 100,000 millones de euros (118,300 millones de dólares) en dos años para atenuar el impacto económico de la crisis del coronavirus, movilizando miles de millones de euros en inversiones públicas, subsidios y recortes de impuestos.
Poco más de 1 millón de estadounidenses solicitaron el seguro de desempleo la semana pasada, señal de que la epidemia de coronavirus sigue amenazando el mercado laboral, al mismo tiempo que las ventas de viviendas, autos y otros sectores de la economía se recuperan del derrumbe de meses atrás.
Pero a pesar de ello, la economía estadounidense no está siquiera cerca de recuperar la salud que tenía —bajo desempleo, abundantes gastos del consumidor y auge en el sector de los viajes— antes de que la pandemia de coronavirus paralizase el país en marzo.
Poco más de 1 millón de estadounidenses solicitaron el seguro de desempleo la semana pasada, señal de que la epidemia de coronavirus sigue amenazando el mercado laboral, al mismo tiempo que las ventas de viviendas, autos y otros sectores de la economía se recuperan del derrumbe de meses atrás.
El número de personas que pidieron asistencia pública por desempleo en Estados Unidos aumentó a 1,1 millones pese a que la cifra había disminuido las dos semanas previas, indicio de que la crisis del coronavirus sigue eliminando empleos en el país.
La economía de Estados Unidos está repuntando “muy, muy fuertemente” y nueva ayuda federal llegará a los desempleados en la próxima semana o dos, dijo el miércoles el asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow.
