MUY OPORTUNO
Más allá del instinto, la inocencia abnegada
La niñita que jugaba en el parque bajo la mirada atenta de la mamá, vestía una batita azul de flores amarillas y rojas un poco más abajo de las rodillitas cogida atrás con gran moño.
La niñita que jugaba en el parque bajo la mirada atenta de la mamá, vestía una batita azul de flores amarillas y rojas un poco más abajo de las rodillitas cogida atrás con gran moño.
Hay ofensas que surgen entre sonrisas, o acompañadas con miradas de rabia, o desde un tono misterioso de ironía, o por sorpresa de quien menos lo esperábamos.
En Odense, ciudad de Dinamarca, san Canuto, mártir, rey de ardiente celo, que dio gran esplendor al culto en su reino, promovió el estado clerical y asentó sólidamente las iglesias de Lund y Odense, siendo finalmente asesinado por unos sediciosos (1086).
Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia. Y al ver a la muchedumbre, sintió compasión de ella, porque estaban vejados y abatidos como ovejas que no tienen pastor.
Santos Agustín Zhao Rong, presbítero, Pedro Sans i Jordá, obispo, y compañeros, mártires, que en distintos lugares de China y en distintos tiempos fueron testigos del Evangelio de Cristo con sus palabras y con sus obras, y, por haber predicado y confesado la fe, sufrieron persecución.
En aquel tiempo, Jesús les estaba hablando, cuando se acercó un magistrado y se postró ante Él diciendo: «Mi hija acaba de morir, pero ven, impón tu mano sobre ella y vivirá». Jesús se levantó y le siguió junto con sus discípulos.
En aquel tiempo, Jesús fue a su patria, y sus discípulos le seguían. Cuando llegó el sábado se puso a enseñar en la sinagoga. La multitud, al oírle, quedaba maravillada, y decía: «¿De dónde le viene esto? y ¿qué sabiduría es ésta que le ha sido dada? ¿Y esos milagros hechos por sus manos?
Se le acercan los discípulos de Juan y le dicen: «¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, y tus discípulos no ayunan?». Jesús les dijo: «¿Pueden acaso los invitados a la boda ponerse tristes mientras el novio está con ellos? Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán».
La contemplación y entrega de los valores sexuales se transforman en una invitación a la dación mutua: no es una utilización, un préstamo; sino un regalo, una donación.
Al llamar a Mateo, Cristo agrega un publicano al grupo de sus discípulos. Los publicanos tenían mala reputación, eran mirados por los judíos fervientes como pecadores públicos con quienes habrían que evitar todo trato.
El caso de María Goretti se extendió por todo el mundo. En 1947, el Papa Pío XII la beatificó y en 1950 la canonizó. En la ceremonia estuvieron presentes su madre, de 82 años, dos hermanas y un hermano. Y, aunque parezca increíble, también asistió Alejandro, el arrepentido asesino de la santa.
Al pasar vio Jesús a un hombre llamado Mateo, sentado en el despacho de impuestos, y le dice: «Sígueme». Él se levantó y le siguió. Y sucedió que estando Él a la mesa en casa de Mateo, vinieron muchos publicanos y pecadores, y estaban a la mesa con Jesús y sus discípulos.
San Antonio María Zaccaria, presbítero, fundador de la Congregación de los Clérigos Regulares de San Pablo o Barnabitas, para la reforma de las costumbres de los fieles cristianos, y que voló al encuentro del Salvador en Cremona, ciudad de la Lombardía (1539).
San Antonio María Zaccaria, presbítero, fundador de la Congregación de los Clérigos Regulares de San Pablo o Barnabitas, para la reforma de las costumbres de los fieles cristianos, y que voló al encuentro del Salvador en Cremona, ciudad de la Lombardía (1539).
Jesús pasó a la otra orilla y vino a su ciudad. En esto le trajeron un paralítico postrado en una camilla. Viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: «¡Animo!, hijo, tus pecados te son perdonados». Pero he aquí que algunos escribas dijeron para sí: «Éste está blasfemando».
La curiosidad aumenta progresivamente. Buscamos noticias, navegamos en internet. Una página nos lleva a otra. El tiempo pasa. No parece suficiente lo que hemos encontrado. Seguimos indagando.
Santa Isabel, reina de Portugal, admirable por su desvelo en conseguir que reyes enfrentados hiciesen las paces y por su caridad en favor de los pobres. Muerto su esposo, el rey Dionisio, abrazó la vida religiosa en el monasterio de monjas de la Tercera Orden de las Clarisas de Estremoz.
"Era esa la ocasión propicia para presentar en público una suma de las enseñanzas que la Esposa de Cristo, a lo largo de los siglos, habrá de guardar, defender y anunciar a todos los pueblos. Es lo que Nuestro Señor hará en el Sermón de la Montaña, verdadera síntesis del Evangelio."
Viuda, rica y sola, aquella señora sin hijos pero rodeada de suficiente servidumbre en su mansión, sintió un día que su enfermedad y depresión requería alguien que le diera más que formal y simple atención diaria, verdadera dedicación, trato cordial y cuidados afectuosos.
Las tres lecturas de este domingo nos presentan un panorama nada halagüeño y consolador: la incredulidad y la testarudez de tantos ante el mensaje de Cristo.