Reportajes
La narcoviolencia en la tierra mexicana de la prosperidad
A las 14.00 horas del miércoles 12 de febrero su marido todavía no estaba muerto. Sus dos hijas comían y dormían poco, su hijo más chico lloraba a ratos desconsoladamente y otros se calmaba con una canción de banda. Había perdido su trabajo en una fábrica de coches de tanta visita a la Fiscalía...