El presidente ruso Vladimir Putin dijo que Moscú quiere una investigación a fondo por el envenenamiento de un ex espía ruso en Gran Bretaña y exigirá participar en ella.
En respuesta al envenenamiento en Salisbury (Inglaterra), el pasado 4 de marzo, el Reino Unido ha expulsado a 23 diplomáticos rusos, una medida que han llevado a cabo asimismo más de veinte países, entre ellos Estados Unidos, que expulsó a 60 miembros de la diplomacia rusa.
El personal de la embajada rusa en Londres fue al lugar de los hechos para interiorizarse de lo ocurrido. Moscú realizó una protesta formal porque la policía británica hizo descender a las azafatas durante el registro e intentó quitar del lugar incluso a los pilotos, que se negaron.
Las autoridades británicas dicen que ambos fueron envenenados con una sustancia tóxica de nivel militar y han acusado a Rusia del ataque. Moscú rechaza las acusaciones, que han creado una crisis diplomática entre Rusia y Occidente.
Unos 250 agentes de la unidad antiterrorista de Scotland Yard trabajan en la investigación y están dedicados, según los medios, a observar más de 5,000 horas de imágenes tomadas por las cámaras de seguridad que hay en la ciudad.
El ex espía ruso y su hija que enfermaron tras ser expuestos a una sustancia neurotóxica hace tres semanas probablemente fueron envenenados en la puerta de su casa en el suroeste de Inglaterra, informó el miércoles la policía.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, conversaron hoy por teléfono sobre la "importancia de desmantelar las redes de espionaje rusas" para impedir "futuros ataques con armas químicas" en ambos países.
Gran Bretaña ha dicho que Rusia usó una arma química de la era soviética llamada Novichok para atacar a Skripal y su hija Yulia, el primer uso ofensivo conocido del arma en suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial. Moscú ha negado cualquier participación.
Los líderes de Reino Unido, Alemania y Francia volvieron a acusar hoy a Rusia por el envenenamiento de un ex espía en territorio británico a pesar de que Moscú ha negado toda participación.
"Mientras recordamos a las víctimas subrayaré el compromiso incondicional del Reino Unido con la seguridad futura de Europa. Juntos podemos trabajar para asegurar que superamos los retos que todos afrontamos", dijo May, cuyo país abandonará la Unión el 29 de marzo de 2019.
Rusia no tiene ninguna relación con el envenenamiento del ex espía Serguei Skripal y las acusaciones británicas son "histéricas" y "carentes de fundamento", dijo hoy un diplomático ruso a los embajadores extranjeros convocados en el Ministerio de Asuntos Exteriores en la capital rusa.
"El uso de armas químicas de parte de quien sea, en cualquier circunstancia, es completamente inaceptable y constituye una amenaza a la seguridad de todos nosotros", afirmó un documento de los ministros de Exteriores de la Unión Europea sobre el ataque a Salisbury.
Boris Johnson, quien informó a sus pares de la Unión Europea el lunes en Bruselas, también recibió un renovado apoyo del bloque, aunque los diplomáticos aclararon que no había perspectivas inmediatas de nuevas sanciones económicas a Rusia.
"La respuesta de Rusia ha demostrado su indiferencia por la paz y la seguridad internacional", dijo Stoltenberg en una rueda de prensa junto al ministro británico de Asuntos Exteriores, Boris Johnson, con quien se reunió en el cuartel general de la Alianza en Bruselas para abordar el caso.
"La gente puede ver que esta es la clásica estrategia rusa de intentar esconder la aguja de la verdad en un pajar de mentiras y confusión", afirmó Johnson a su llegada a la reunión de titulares de Exteriores de la Unión Europea (UE) que se celebra en Bruselas.
Ambos siguen en "estado crítico", tras haber sido hallados inconscientes en la localidad inglesa de Salisbury el pasado día 4 por su exposición a una toxina química de cuya utilización Londres culpa a Moscú y que ha desatado una grave crisis entre ambos países.
Reino Unido ha dicho que Skripal y su hija fueron envenenados con el agente nervioso "Novichok" de la era soviética, y el secretario de Relaciones Exteriores británico, Boris Johnson, dijo el domingo que Rusia ha estado almacenando e investigando cómo podrían usarse esas armas en asesinatos.
La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, advirtió hoy que "no tolerará ninguna amenaza contra la vida de ciudadanos británicos u otros ciudadanos en suelo británico" por parte de Rusia, tras anunciar el Kremlin represalias contra su país ante la crisis del exespía ruso.
Emitió hoy un comunicado después de que Moscú revelara esta mañana que adoptará una medida idéntica a la tomada esta semana por Londres ante la crisis desatada por el envenenamiento el pasado día 4 del exespía Seguéi Skripal y su hija Yulia en Salisbury, centro de Inglaterra.
El Ministerio de Relaciones Exteriores dijo que las medidas de Moscú fueron una respuesta a lo que llamó "acciones provocativas y acusaciones infundadas" de Reino Unido. Advirtió a Londres de que estaba listo para tomar nuevas medidas en el caso de más "pasos hostiles".
