"Latinoamérica no necesita nuevos poderes imperiales que solo buscan el beneficio propio", sentenció en un discurso en la Universidad de Texas en Austin, donde él se graduó como ingeniero, antes de partir a México para comenzar su viaje.
Ofreció unidad a una nación fracturada y al final sólo puso sobre la mesa más polarización y rechazo a los inmigrantes. Al cabo de más de una hora de intervención, Trump terminó siendo Trump, el presidente de la división.
La Cancillería cubana "reitera su respaldo y solidaridad con el compañero Lula, quien es objeto de la más feroz persecución política y judicial con el fin de impedir su candidatura a la Presidencia", indica una breve nota publicada en las portadas de los diarios oficiales Granma y Juventud Rebelde.
Este discurso, acompañado de medidas migratorias dramáticas para la comunidad hispana, ha perjudicado notablemente la imagen de Estados Unidos en la región: su aprobación cayó del 49 % en el último año de Obama al 24 %, según el sondeo más reciente de Gallup.
En el encuentro de este viernes participa el embajador de Haití en Venezuela, Lesly David, y, según Arreaza, una delegación de El Salvador "está en camino" para sumarse a esta reunión en la que podría participar el jefe del Estado, Nicolás Maduro.
El senador republicano Marco Rubio, que presidió la audiencia, también consideró que quizás los ataques no fueron acústicos pero insistió en que de lo que no hay duda es de que ocurrieron y de que el Gobierno cubano o los perpetró o tenía conocimiento al respecto.
En medio de nuevas tensiones entre Cuba y EU, la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, apostó por "tender puentes y abrir puertas" entre la isla y bloque comunitario mediante el diálogo y la cooperación para implementar su primer acuerdo bilateral, que entró en vigor en noviembre.
