VALORES MORALES
Nuestra fe no está muerta, está dormida
Tal como ocurriera con los dos sueños del Faraón que José discernió, las dos mujeres que Marcos nos presenta, la hemorroísa y la hija de Jairo son en realidad “una sola persona”. Eres tú. Somos cada uno de nosotros. De ninguna de la dos nos ofrece San Marcos su nombre.