Tampoco estará en el arranque de la cumbre de Granada la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, quien tiene que comparecer ante el Parlamento aunque sí que llegará a la cena, mientras que la asistencia de Zelenski, que sí viajó a Moldavia en junio, será duda hasta el último momento.
El ejército serbio ha reducido casi a la mitad el número de elementos estacionados en la frontera con Kosovo, indicaron altos mandos militares serbios el lunes, desmintiendo así las afirmaciones de Estados Unidos y otros países sobre una concentración militar masiva a raíz de un tiroteo.
En Occidente se teme que Rusia, actuando a través de Serbia, quiera desestabilizar los Balcanes y desviar al menos parte de la atención de su invasión a Ucrania. Rusia ha expresado su apoyo a Serbia por los enfrentamientos, y acusa a Occidente de no proteger a los serbios de Kosovo.
Kosovo guardaba duelo el lunes por el policía albanokosovar asesinado el día anterior por hombres armados serbios que después se atrincheraron en un monasterio ortodoxo. El suceso agravó las tensiones cuando los dos países, antiguos enemigos de guerra, intentaban normalizar sus relaciones.
Por su parte, Osmani ha resaltado que Kosovo sufre el riesgo de convertirse en un punto "de inflamabilidad" en la región debido a la actividad de Rusia y una agenda de desestabilización de actores externos. "Kosovo experimenta una interferencia ilegal extranjera", ha dicho.
El martes, este abogado de 54 años, dijo que quería "un juicio sin demora" contra Trump, el favorito para la nominación republicana de cara a las presidenciales de 2024. Le acusa de haber intentado revertir el resultado de las elecciones presidenciales de 2020.
La Unión Europea convocó a los líderes de Serbia y Kosovo a una reunión urgente el jueves para tratar frenar una serie de enfrentamientos violentos cerca de su frontera que avivan el temor a un nuevo conflicto abierto.
Kosovo aumentará la seguridad en su frontera, según anunció el jueves el primer ministro, tras lo que describió como la participación serbia en el “secuestro de tres agentes de policía”.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, llevó el jueves su campaña para reunir más armas y apoyo a una cumbre de casi 50 líderes europeos en Moldavia y se convirtió en el centro de atención de una cita que intentaba calmar conflictos regionales y consolidar un frente unido ante la guerra.
Cientos de personas de etnia serbia se congregaron el miércoles en una ciudad del norte de Kosovo, días después de los enfrenamientos que dejaron 30 soldados de la misión de mantenimiento de paz liderada por la OTAN y más de 50 serbios heridos, lo que avivó el temor a la reanudación de conflictos.
El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, pidió hoy a Estados Unidos, Alemania, Francia, Italia y el Reino Unido que usen su influencia para que el Gobierno kosovar retire a los alcaldes de los municipios del norte de Kosovo donde los serbios son mayoría y cuya autoridad no reconocen.
Pero muchos serbios consideran Kosovo como su cuna nacional y religiosa y el gobierno de Belgrado nunca admitió la independencia, como tampoco lo hicieron Rusia y China, lo que priva a los kosovares de un lugar en la ONU. Cinco miembros de la Unión Europea tampoco lo reconocen.
Estados Unidos y la mayoría de los países de la Unión Europea han reconocido la independencia de Kosovo de Serbia, mientras que Rusia y China se han puesto del lado de Belgrado. Beijing expresó el martes su apoyo a los esfuerzos de Serbia por “salvaguardar su soberanía e integridad territorial”.
La fuerza de paz de la OTAN en Kosovo, KFOR, elevó el martes a 30 el número de efectivos heridos en fuertes altercados con personas de etnia serbia. Los asaltantes intentaron tomar las oficinas municipales en una de las localidades en el norte de Kosovo.
Serbia condenó el sábado a las fuerzas de paz de la OTAN estacionadas en la vecina Kosovo por no impedir lo que describió como las “brutales acciones” de la policía de Kosovo contra los serbios étnicos, y señaló que sus efectivos militares destacados cerca de la frontera se mantendrán en alerta.
Serbia y Kosovo, región autónoma en la antigua Yugoslavia que ha sido reconocido como país independiente por un centenar de países, incluidos la mayoria de los occidentales, mantienen desde 2011 unas difíciles negociaciones bajo patrocinio de la UE sobre la normalización de sus relaciones.
Los serbios comenzarán el jueves a retirar las barricadas en Kosovo, informaron autoridades el miércoles, en una medida que podría reducir las tensiones que han suscitado temores de nuevos brotes de violencia en los Balcanes.
Serbia ordenó el lunes a sus fuerzas de seguridad emplazadas en la frontera con Kosovo a estar “totalmente listas para combatir”, haciendo caso omiso a las exhortaciones de la OTAN para apaciguar las tensiones entre ambas naciones balcánicas.
Las fuerzas de paz de la OTAN informaron el lunes que investigan un tiroteo en una tensa región del norte de Kosovo y llamaron a la calma luego que Serbia despachó al comandante de su ejército a la región en respuesta.
Policías de Kosovo y medios locales reportaron explosiones, disparos y cortes de carreteras durante la noche en el norte del país, donde la mayoría de la población es de etnia serbia, pese al aplazamiento de las elecciones municipales del 18 de diciembre a las que se oponían los serbios.
