La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) expresó hoy su preocupación por el destino de miles de civiles, entre los que hay refugiados palestinos, ante la reciente escalada de violencia en el sur de Damasco.
Al menos 66 personas han muerto entre ayer y hoy en ataques del grupo terrorista Estado Islámico (EI) en el sur y el noreste de Siria, informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
El ejército sirio comenzó el martes el bombardeo previo a un ataque a la última zona fuera de su control cerca de Damasco, dijo un comandante de la alianza a favor del Gobierno sirio, aprovechando la captura de un suburbio de Guta Oriental.
Alrededor de 65 bombardeos y ataques de artillería han tenido como objetivo el norte de la provincia siria de Homs y sur de la vecina Hama, en el centro del país, en las últimas 24 horas, tras el lanzamiento de una ofensiva de las fuerzas gubernamentales.
La organización alertó del "desplazamiento masivo" de poblaciones, con más de 700,000 personas que han tenido que dejar sus hogares en lo que va de año y violencia en muchos frentes.
Brasil, el país más grande de Latinoamérica, tiene más de 726,000 presidiarios, una de las poblaciones carcelarias más grandes del mundo. Muchas de sus prisiones están en terribles condiciones y los líderes de las pandillas a menudo operan redes de narcotráfico desde detrás de las rejas.
Gaza enterró a cuatro de los diez fallecidos, entre ellos el fotoperiodista Yaser Murtaya, que fue despedido por cientos de personas que acompañaron su cuerpo, envuelto en la bandera palestina y sobre ella el chaleco antibalas con la inscripción de PRENSA que llevaba cuando cubría las protestas.
Una camioneta van atropelló el sábado por la tarde a una muchedumbre enfrente de un popular bar en el centro de la ciudad de Muenster, dejando tres muertos y 20 heridos, dijo el portavoz de la policía alemana.
Palestina exigió hoy una reacción del Consejo de Seguridad de la ONU a la muerte de nueve personas a manos de las tropas israelíes durante las protestas ocurridas este viernes en la frontera de Gaza con Israel.
Otro viernes de furia y derramamiento de sangre signó hoy a la frontera entre Gaza e Israel y al menos siete palestinos murieron en manos del ejército israelí en violentos enfrentamientos, que causaron también más de 1,000 heridos, entre ellos, 25 de gravedad.
Las tropas sirias iniciaron el viernes una ofensiva terrestre con apoyo aéreo en zonas bajo control de los rebeldes en las afueras de la capital Damasco, después que una tregua de 10 días fracasara por desacuerdos sobre la evacuación de combatientes de la oposición.
Los medios de comunicación oficiales informaron durante la jornada de ayer de retrasos en el proceso de evacuación y de que varios autobuses que habían entrado en Duma para sacar a civiles y combatientes se habían tenido que retirar por disputas internas dentro del Ejército del Islam.
En las últimas jornadas en Gaza se han recopilado y distribuido neumáticos entre los cinco campamentos de protesta permanente en el norte, sur y este de la Franja, para quemarlos hoy y dificultar la visión de tiro de las fuerzas israelíes durante el que han denominado Día del Neumático.
La protesta del viernes fue la segunda manifestación masiva en una semana, luego de que dirigentes de Hamas en Gaza, el grupo que gobierna el territorio palestino, dijeron que habría varias semanas de protestas contra el bloqueo fronterizo del territorio, que se remonta a una década atrás.
La ONU urgió hoy a Israel que "extreme las precauciones" en el uso de la fuerza ante las protestas que se esperan para este viernes en el límite de la Franja de Gaza y pidió a todas las partes que actúen con la "máxima moderación".
El ministro israelí de Defensa, Avigdor Lieberman, y el jefe del Estado Mayor, Gadi Eisenkot, celebraron hoy una reunión de seguridad, en previsión de los "disturbios violentos" que se esperan mañana en la frontera por las protestas palestinas convocadas en Gaza.
"Se envió un mensaje claro a los grupos del Ejército Libre Sirio (FSA, por sus siglas en inglés) de la zona: o la reconciliación y el desarme -entregando armas al gobierno sirio según la descripción de los rusos- o abandonar el este de Qalamun" dijo Saif en distintos comentarios a la televisión.
Relató que centenares de civiles, en su mayoría niños, se habían reunido en los campos situados detrás de la escuela coránica para disfrutar de un almuerzo cuando, poco después del mediodía, helicópteros militares aparecieron en el cielo y comenzaron a disparar misiles contra ellos.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos confirmó la salida de 21 autobuses con unas 1.150 personas a bordo, entre combatientes y civiles, de Duma para dirigirse a las poblaciones de Yarablus y Al Bab, ambas en la provincia de Alepo y bajo el control de grupos rebeldes aliados de Turquía.
Esa ciudad, la mayor de la región, está en manos de la facción islamista el Ejército del Islam, que el domingo alcanzó un acuerdo con Rusia, aliada del Gobierno de Damasco, para sacar a sus combatientes y los civiles que lo desearan de la zona.
