La protesta del viernes fue la segunda manifestación masiva en una semana, luego de que dirigentes de Hamas en Gaza, el grupo que gobierna el territorio palestino, dijeron que habría varias semanas de protestas contra el bloqueo fronterizo del territorio, que se remonta a una década atrás.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos confirmó la salida de 21 autobuses con unas 1.150 personas a bordo, entre combatientes y civiles, de Duma para dirigirse a las poblaciones de Yarablus y Al Bab, ambas en la provincia de Alepo y bajo el control de grupos rebeldes aliados de Turquía.
Esa ciudad, la mayor de la región, está en manos de la facción islamista el Ejército del Islam, que el domingo alcanzó un acuerdo con Rusia, aliada del Gobierno de Damasco, para sacar a sus combatientes y los civiles que lo desearan de la zona.
La televisión oficial siria señaló que al menos doce autobuses con 629 miembros del Ejército del Islam y sus familiares han salido hasta el momento de Duma por el corredor del campo de refugiados palestinos de Al Wafidín, que conecta esta urbe con las partes en poder de las autoridades sirias.
Las tropas del régimen lanzaron una ofensiva el 18 de febrero respaldada por Rusia y milicias leales que les permitió tomar en seis semanas el control de más del 90% del enclave. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos más de 1,600 civiles murieron en estos ataques.
Fuera, otros cientos descansan desparramados sobre los escalones que rodean el templo, con pañuelos y ocupando los minúsculos resquicios de sombra, en un mes de marzo inusualmente caluroso para quienes se disponen a recrear a pie las catorce estaciones de la Vía Dolorosa.
También en participó hoy en la mesa de debate Ariel Muzicant, vicepresidente del Congreso Judío Europeo, que representa a 1,5 millones de personas y denunció que "algunos políticos israelíes han estado demasiado callados a la hora de condenar las acciones de la extrema derecha europea".
El diplomático, por videoconferencia desde Bruselas, dijo al Consejo que el alto el fuego pactado entre Rusia y la facción rebelde Ejército del Islam en Duma, la principal ciudad de Guta Oriental, es una "pequeña buena noticia" en un mar de dificultades.
"Estoy esperando a que traigan el cadáver de un hombre que ha tenido un accidente, ayer enterré a una mujer y a su hija", indica Basel, también refugiado originario de la provincia siria de Idleb, que cada día sepulta a dos o tres personas, aunque en ocasiones son hasta seis.
Decenas de civiles, la mayoría menores y mujeres, cruzaron a la zona bajo control gubernamental desde Guta a través del corredor humanitario habilitado por las autoridades en el campo de refugiados palestinos de Al Wafidín, desde donde serán trasladados a centros de acogida temporal.
El responsable del Centro ruso para la Reconciliación de Siria, general Yuri Yevtushenko, apuntó que cien civiles abandonaron hoy Guta Oriental en dos grupos por el corredor humanitario, gracias a un pacto entre el Ejército ruso y los combatientes opositores.
Un pequeño grupo de yihadistas fue evacuado el viernes por la noche de Guta oriental, bastión rebelde cerca de Damasco adonde se distribuyó ayuda humanitaria a los habitantes sitiados en esa región bombardeada por el régimen sirio.
La evacuación de los heridos será realizada en tandas y tiene como objetivo tratar a los pacientes fuera de Guta Oriental, ya que no pueden serlo en ese lugar debido al asedio de las fuerzas gubernamentales, que impide la entrada de medicamentos en la región desde hace seis años.
El régimen sirio, apoyado por su aliado ruso, no ha ocultado en ningún momento su determinación para reconquistar el último bastión rebelde a las puertas de Damasco, donde unas 400,000 personas están sitiadas desde 2013, sufriendo una escasez de alimentos y medicinas.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, esos fallecidos, entre ellos cuatro menores y dos mujeres, se registraron por bombardeos contra las poblaciones de Yisrín, Haza, Ain Tarma y Arbín, así como por disparos de artillería contra Beit Saua.
Las fuerzas gubernamentales sirias tomaron hoy el control de varias zonas en Guta Oriental, el principal feudo opositor de las afueras de Damasco, tras combates contra la facción islamista Ejército del Islam, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
La región es desde el 18 de febrero objetivo de ataques de la aviación siria y la rusa, así como de la artillería gubernamental, que se han cobrado las vidas de al menos 617 personas, entre ellas 149 menores y noventa mujeres, de acuerdo al recuento del Observatorio.
"Prácticamente no hay vida allí, la zona está completamente destruida y los civiles están enterrados bajo los escombros", declaró a la AFP Siraj Mahmud, portavoz de los rescatistas de los Cascos Blancos, que operan en zonas rebeldes.
La iniciativa de pausas humanitarias de cinco horas en Guta Oriental fue lanzada por Rusia y está vinculada con la resolución aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU el pasado fin de semana, que insta a una tregua de un mes en toda Siria.
Pese a estas hostilidades, hay ausencia de disparos de artillería y de bombardeos en el resto de Guta Oriental, donde el Observatorio confirmó que está en vigor por segundo día consecutivo una pausa humanitaria entre las 09.00 y las 14.00 hora local (07.00 y 12.00 hora GMT).
