DETRÁS DEL MURO
Una escena miserable en una frontera miserable
Los dos hombres dejan por un momento de hurgar la vagina de la hondureña y se voltean a vernos. Están borrachos. Un tercero duerme recostado en la mesa. Los dos nos ven a La Doña y a mí. O al menos tratan. Buscan equilibrar sus cuerpos que se mueven de lado a lado, intentando recomponerse...