DETRÁS DEL MURO
Morir al cruzar la frontera
A sus ocho años, Felipe Gómez Alonzo recorrió con su padre, Agustín, los 3.190 kilómetros que separan su pueblo, Nentón, en el norte de Guatemala, de Alamogordo, en Nuevo México, para morir allí el día de Nochebuena. Es una distancia mayor que la que hay entre Varsovia y Madrid.