Reportajes
Hacer fila, limpiar inodoros y no llorar: un día en la detención de menores migrantes
No te portes mal. No te sientes en el suelo. No compartas tu comida. No uses apodos. Y es mejor si no lloras; hacerlo podría afectar tu caso.
No te portes mal. No te sientes en el suelo. No compartas tu comida. No uses apodos. Y es mejor si no lloras; hacerlo podría afectar tu caso.
Mientras que muchos nos enfocamos principalmente en la dieta y el ejercicio para mejorar nuestra salud, la ciencia indica que nuestro bienestar también depende de la gente que tenemos cerca.
Yeni González dejó su casa en una zona rural de Guatemala a mediados de mayo. Días después, por la noche, cruzó la frontera sur de Estados Unidos con sus tres pequeños hijos. La Patrulla Fronteriza los recogió, dijo, y los llevó a todos a un centro de detención cerca de Yuma, Arizona.
Cuando su esposo decidió que su familia se mudaría de Marruecos a Siria para vivir bajo el Estado Islámico, Sarah Ibrahim no tuvo más opción que seguirlo. Después de que él desapareció -ella cree que murió durante un ataque aéreo dirigido a una prisión-, Sarah escapó con sus dos hijos.
Herbert Trump no quiso hablar del asunto. Tampoco Ilse Trump. Ursula Trump, propietaria de la panadería Trump en el siguiente pueblo, accedió después de un rato. Hizo un gesto con las palmas hacia arriba y suspiró: "Nadie escoge a sus parientes, ¿o sí?".
Cuarenta días antes, oficiales migratorios en McAllen, Texas, le habían quitado directo de sus brazos a Keyri, la hija de 9 años de Ludin, después que su familia cruzó de manera ilegal la frontera en busca de asilo. Ludin dice que una pandilla había amenazado con matar a su hijo adolescente, Élmer.
Podría parecer una pelea de barrio. Fue algo más. "Sucios judíos", escucharon los hermanos Jacob y Nathaniel Azoulay mientras un grupo de hombres -"de tipo norteafricano", según el acta de la denuncia a la policía- los agredían con una sierra.
Casi inmediatamente después de que el presidente estadounidense Donald Trump asumió el cargo, su gobierno empezó a sopesar una medida que por años se había catalogado como la "alternativa nuclear", para disuadir a los inmigrantes de ingresar ilegalmente a Estados Unidos.
Durante más de dos años Donald Trump ha atacado a México para emocionar a sus partidarios, con amenazas de muros, de deportaciones masivas y de poner fin a un acuerdo comercial de veinticinco años de antigüedad entre los países norteamericanos.
La expresión "delito de cuello blanco" apenas si era usada hasta que el criminólogo Edwin Sutherland comenzó a hacerlo. A finales de la década de 1930, prácticamente todas las incidencias de robo eran vinculadas a personas pobres.
Durante tres minutos, Iván abrazó a su familia, se olvidó del miedo, acortó las distancias y venció el muro entre México y Estados Unidos que tanto promueve el presidente Donald Trump.
El mundo está lleno de paraísos tropicales y de otros sitios exóticos donde una pareja puede vivir bien con 2,000 dólares al mes o menos. Además, una buena atención médica puede costar mucho menos que en Estados Unidos.
Era una niña de 8 años que tenía unos enormes ojos color café, abundante cabello castaño, que vestía un vestido púrpura y tenía una fascinación por correr en los campos del norte de India, donde se ocupaba de los caballos.
El teatro se llenó de gente joven. El gobierno de Mauricio Macri ha multiplicado en pocos meses el precio de las tarifas del agua, el gas y la luz. Ya no hay nadie en Buenos Aires que niegue la corrupción de los Kirchner, pero el neoliberalismo violento no parece la mejor alternativa.
Todos esos adioses y partidas ocasionados por las detenciones y las deportaciones que veo en las noticias, con escenas desgarradoras de amores separados, tocan una fibra muy sensible en mí y me causan dolor. Mi corazón alguna vez albergó miedos similares a una separación así.
Hace toda una vida, la familia de Ana Frank solicitó visas estadounidenses para escapar de Hitler, pero rechazamos a los Frank y a otros refugiados judíos desesperados. Pensamos: "Es problema de Europa, no nuestro, y no queremos que nos invada esa gente'".
Las calles estaban llenas de gente que hacía sus cosas, empujando carritos de fruta por estrechas calles laterales, recorriendo las explanadas iluminadas por el sol, esperando impacientemente en los cruces peatonales de transitadas intersecciones.
El mes pasado, durante un sábado gélido, un grupo de personas preparaba micrófonos y entregaba silbatos de colores brillantes en el viejo barrio judío de Berlín. Se preparaban para protestar en contra de manifestantes neonazis que estaban en camino al vecindario.
Semanas después de que los militantes ocuparon la ciudad, mientras los combatientes deambulaban por las calles y los extremistas religiosos reescribían las leyes, se escuchó una orden desde los altavoces de las mezquitas locales.
Después de la Segunda Guerra Mundial, los victoriosos países de Occidente forjaron instituciones -la OTAN, la Unión Europea y la Organización Mundial del Comercio- que tenían como objetivo mantener la paz por medio del poderío militar colectivo y la prosperidad compartida.