INTERNACIONAL - Población
Silencio, lágrimas y un avemaría en la noche más oscura de París
Silencio. Lágrimas. Pero, sobre todo, emoción contenida. Y un avemaría cantado por jóvenes, rodilla en tierra. Escribo pasadas las diez de la noche, tras recorrer durante las dos últimas horas los alrededores de la catedral de París. Notre-Dame acaba de arder.