MENSAJERÍA
7 cosas que deberías decirle a tu hijo todos los días
La educadora y divulgadora Miriam Aguirre, proponía algunas combinaciones de palabras que había que decirle a cada uno de tus hijos «todos» los días. No era una lista exhaustiva.
La educadora y divulgadora Miriam Aguirre, proponía algunas combinaciones de palabras que había que decirle a cada uno de tus hijos «todos» los días. No era una lista exhaustiva.
Definitivamente está demostrado que las personalidades que hoy día aparecen mucho en los medios de comunicación, realmente son precisamente los que no le están marcando el rumbo a los acontecimientos históricos ni tienen respuestas para nada.
Jamás en su vida de estudiante ni en sus años de profesional tomó licor, ni nadie lo vio en reuniones mundanas o que ofrecieran peligro para la virtud. Sus compañeros de abogacía se admiraban de que este sabio doctor nunca empleaba palabras ofensivas en los pleitos que sostenía.
"El primer anuncio de la Eucaristía dividió a los discípulos, así como el anuncio de la pasión los escandalizó: "¡Esa palabra es dura! ¿Quién podrá escucharla? (Jn. 6, 60). La Eucaristía y la Cruz son piedras de escándalo. Es el mismo misterio, y él no cesa de ser ocasión de división.
La tarde del 20 de febrero de 1920 en el hospital Doña Estefanía de Lisboa en Portugal, agonizaba una niña de nueve añitos a poco de llegar a cumplir los diez de edad, víctima infectada de la pandemia que por aquellos años asoló a Europa y otras partes del mundo.
Según la tradición, Jorge era un caballero cristiano que hirió gravemente a un dragón de un pantano que aterrorizaba a los habitantes de una pequeña ciudad. El pueblo sobrecogido de temor se disponía a huir, pero San Jorge dijo que bastaba con que creyesen en Jesucristo para que el dragón muriese.
Esa imagen de puertas cerradas es una de las dos imágenes particularmente interesantes en la historia de la primera Pascua. La otra es la imagen de la “enorme piedra” que sepultó al Jesús enterrado. Estas imágenes nos recuerdan lo que con frecuencia nos separa de la gracia de la resurrección.
Porque Dios está con ella María está completamente impregnada de gracia, como una esponja bajo el agua. María está llena de la presencia de Dios y Dios es la fuente de la gracia. El poder del Altísimo la cubrió con su sombra, es decir, Dios descendió para habitar en ella.
El confirmó el decreto del concilio sostenido en Cartago, después de la liberación de África, de la yunta de Vándalo, según los convertidos del Arrianismo, fueron declarados inelegibles a las Santas Ordenes y aquellos ya ordenados, fueron admitidos meramente para dar la comunión.
Las sirenas de las ambulancias rasgan con sus bemoles de urgencia el fino velo del silencio. Chirridos de ruedas, gritos desaforados, lloriqueos lastimeros, charcos de sangre. El ambiente inyectado de temor y miedo. En el suelo yacen abatidos por los hombres-explosivo, gente anónima.
Es bien conocida la fábula de la rana y el buey. Por azares del destino, una rana se encuentra frente a un gran buey. El anfibio, con sus ojos saltones y desorbitados, contempla fascinado al rumiante, que pace indiferente a su lado.
Anselmo se dedicó de lleno al estudio, siguiendo fielmente las huellas de su maestro, de quien fue sucesor como abad, siendo aún muy joven. Se convirtió entonces en un eminente profesor, elocuente predicador y gran reformador de la vida monástica. Sobre todo llegó a ser un gran teólogo.
Desde copiar en un examen hasta desperdiciar la comida, sin embargo, las situaciones se extienden a un número interminable, al punto de que muchas veces se puede caer en un serio fariseísmo.
Había una niñar que había sido diagnosticada con una enfermedad incurable y a la que le habían dado sólo tres meses de vida. Así que empezó a poner sus cosas "en orden".
Santa Inés, virgen, vistió el hábito de las vírgenes a los nueve años, y a los quince, en contra de su voluntad, fue elegida superiora de las monjas de Procene, fundando más tarde un monasterio, sometido a la disciplina de santo Domingo, donde dio muestras de una profunda humildad.
A la muerte de san Etelwoldo, el año 984, san Dunstano obligó a Elfego a aceptar el obispado de Winchester, a pesar de que no tenía más que treinta años de edad y se resistía a ello. En esa alta dignidad las excepcionales cualidades de san Elfego encontraron ancho campo de actividad.
Fue el primero de los mártires cristianos que ocasionó la persecución de Abd al-Rahman II, el emir de al-Andalus, hijo y sucesor de Al-Hakam I, en el año 850. San Eulogio, contemporáneo suyo, comienza con el relato de su martirio el Memorial de los mártires.
Surge el pánico entre los habitantes de un pueblo o una ciudad: acaba de comenzar una epidemia, y todos miran con sospecha a los que dan señales de los primeros síntomas.
Temerosa de que el espíritu de su fallecido ex esposo la acechara, una mujer buscó al P. Vincent Lampert, exorcista de la diócesis de Indianápolis, estado de Indiana (Estados Unidos).
Hoy, ante la amenaza imperceptible, en donde la vida se enfrenta a la muerte, la mayoría de la población se encomienda como pocas veces a Dios, y este virus ha ejercido un poder milagroso de conversión y arrepentimiento, que difícilmente han logrado los evangelizadores con sus feligreses.