MENSAJERÍA
Para cambiar de vida
En ocasiones, un defecto sigue ahí, inexpugnable, como si nuestra voluntad no fuera capaz de destruirlo. En ocasiones, un defecto sigue ahí, inexpugnable, como si nuestra voluntad no fuera capaz de destruirlo.
En ocasiones, un defecto sigue ahí, inexpugnable, como si nuestra voluntad no fuera capaz de destruirlo. En ocasiones, un defecto sigue ahí, inexpugnable, como si nuestra voluntad no fuera capaz de destruirlo.
Francisco (que tomó como nombre religioso Gabriel de la Dolorosa) tenía un "temperamento suave, jovial, insinuante, decidido y generoso, poseía también un corazón sensible y lleno de afectividad... Era de palabra fácil apropiada, inteligente, amena y llena de una gracia que sorprendía...".
Por el celo de su fe fue elegido para la sede alejandrina como sucesor de san Pedro y rechazó la nefasta herejía de su presbítero Arrio, que se había apartado de la comunión de la Iglesia. Junto con trescientos dieciocho Padres participó en el primer Concilio de Nicea, que condenó tal error .
En el monasterio de Heidenheim, en la región alemana de Franconia, santa Waldburgis, abadesa, cuyos hermanos, los santos Bonifacio, Willibaldo y Winebaldo, la convencieron para que pasase de Inglaterra a Germania, donde rigió aquel monasterio, doble de monjas y monjes († 779).
En la historia de la Iglesia, Dios nuestro Señor ha ido dando dones constantemente, y a veces Él se prodiga de una forma particular en algunas circunstancias, por lo demás muy normales, muy corrientes, pero que se convierten de modo muy especial en don de Dios para sus hermanos.
Reflexionar tanto en el Juicio Particular como en el Juicio Final nos recuerda que mientras tengamos vida, tenemos oportunidad de alcanzar nuestra salvación. Cada día nos ofrece la posibilidad de amar a Dios y a los que nos rodean, de perdonar a los que nos ofenden, de vivir cristianamente.
Su gobierno se distinguió por el empeño que puso en mejorar las condiciones de vida de sus súbditos; sus leyes le ganaron el aprecio de Inglaterra, en épocas posteriores. En Canterbury regaló tierras y edificios al arzobispo, quien construyó ahí la catedral llamada "Christ Church".
Le sorprenderá saber que lo que dice la Biblia no tiene nada que ver con estas ideas. Además, indica que Dios siempre ha tenido la misma opinión sobre este tema. Analicemos qué dicen las Escrituras sobre qué pensaba Dios de las guerras en la antigüedad y cuando Jesucristo estuvo en la Tierra.
La palabra Armagedón, que también se escribe Har–Magedón, aparece solamente una vez en la Biblia, concretamente en el libro de Revelación, o Apocalipsis. En una profecía, este libro dice que “los reyes de toda la tierra habitada” serán reunidos para “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso”.
Así describe C. S. Lewis sus errores y vacilaciones en el camino de la búsqueda de la felicidad. La ruta del placer había resultado infructuosa. Llevaba años rastreando tras una pista equivocada: «Al terminar de construir un templo para él, descubrí que el dios del placer se había ido».
San Policarpo era obispo de la ciudad de Esmirna, en Turquía, y fue a Roma a dialogar con el Papa Aniceto para ver si podían ponerse de acuerdo para unificar la fecha de fiesta de Pascua entre los cristianos de Asia y los de Europa.
El que tiene control de sus impulsos es capaz de ofrecerse plenamente por el bien del prójimo. Cristo se mostró como servidor de sus discípulos y los llamó amigos. Este es el tesoro de la amistad que el maestro y Señor nos enseñó: Amarnos, respetaros y ser servidores unos de otros.
El camino de Cuaresma va a ser purificar el corazón, quitar de él todo lo que nos aparta de Dios, todo aquello que nos hace más incomprensivos con los demás, quitar todos nuestros miedos y todas las raíces que nos impiden apegarnos a Dios y que nos hacen apegarnos a nosotros mismos.
Fiesta de la cátedra de san Pedro, apóstol, al que el Señor dijo: Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. En el día en que los romanos acostumbraban a recordar a sus difuntos, se celebra la sede de aquel apóstol, cuyo sepulcro de conserva en el campo Vaticano.
Sospecho que todos seríamos mejores personas si hubiera alguien allí para dispararnos cada minuto de nuestra vida. Al menos, sé que yo lo sería porque, en una ocasión, tuve a alguien allí para dispararme y eso me hizo mejor persona, al menos durante el tiempo en el que la amenaza se mantuvo.
"Teme a Dios que pasa y que no vuelve". Dios suele pasar una y varias veces por nuestra vida, pero no tiene obligación de volver apasar. Por eso decía respetuosamente aquél, que primero no tenía ningún miedo ni respeto: "Teme a Dios que pasa y que puede no volver a pasar en tu vida".
Fue un hombre austero y rígido que Dios envió a la Iglesia Católica en un tiempo en el que la relajación de costumbres era muy grande y se necesitaban predicadores que tuvieran el valor de corregir los vicios con sus palabras y con sus buenos ejemplos. Nació en Ravena (Italia) el año 1007.
Ahora bien, quizá este mandamiento lo valoraríamos de otro modo si cambiáramos la perspectiva. ¿Qué nos parecería si en realidad el Señor no nos estuviera hablando a nosotros sino a esa persona a la que hemos hecho daño y que tiene la posibilidad de vengarse de nosotros.
Hay que recordar que no estamos solos. Que no vamos solos en este viaje al corazón sino que Dios viene con nosotros. Más aún, Dios se ofrece por nosotros, en la Eucaristía, para nuestra salvación, para manifestarnos su amor y para darse en su Cuerpo y en su Sangre por todos nosotros.
Los dos hermanos fueron testigos de hechos prodigiosos realizados por mediación de María, que se hizo eco de sus súplicas. Cuando veían que la atención recaía en ellos por haber sido agraciados con las visiones, actuaban con la misma sencillez y humildad de siempre, huyendo de la notoriedad.