Los mercados globales y futuros de Estados Unidos caían el lunes después de que las decisiones de varios bancos centrales para impulsar el crecimiento económico no lograsen calmar el temor de los inversores sobre las medidas de contención contra el nuevo coronavirus.
La Reserva Federal recortó sus tasas de interés a un nivel cercano a cero, reinició operaciones de compra de bonos y lanzó otras medidas de su arsenal de post crisis, junto con otros grandes bancos centrales, para establecer un punto de apoyo para la economía global, afectada por una epidemia...
Asediados por una avalancha de noticias negativas y con los grandes países europeos en cuarentena colectiva por el virus, la Fed y el BCE han sumado este domingo a su cruzada a sus pares de otras latitudes para dejar claro que, esta vez sí, van en serio y de la mano.
La propagación de la epidemia obliga a Italia a confinar a su población. Los precios del petróleo sufren su peor caída desde la primera guerra del Golfo. Ante este panorama, los inversores venden masivamente sus acciones y se abalanzan sobre los bonos alemanes y estadounidenses.
Wall Street se disparó el viernes luego de una semana turbulenta para las bolsas mundiales, signada por una hecatombe histórica el jueves ante el avance del coronavirus.
Wall Street ha recuperado este viernes parte de las pérdidas de los últimos días, en la sesión final de una semana de turbulencias brutales. El Dow Jones ha cerrado con una subida del 9,4%.1.980 puntos por encima de su valor en la jornada negra del jueves.
Wall Street subió con fuerza en los últimos momentos de la sesión del viernes después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró emergencia nacional para combatir el coronavirus, aunque los principales índices cerraron la semana con grandes pérdidas.
El viernes, la Fed aceleró su compra de bonos para responder a los desajustes en el mercado de bonos del Tesoro, el mercado financiero más grande del mundo y uno de los más importantes.
Las acciones cerraron el viernes con una fuerte alza de más de 9% en los principales indicadores de Wall Street, poco después de que el presidente Donald Trump anunciara emergencia nacional para enfrentar la pandemia de COVID-19.
Las acciones globales se encaminaban el viernes a cerrar su peor semana desde la crisis financiera de 2008, luego de que una ola de ventas causada por los temores al coronavirus golpeó a todas las clases de activos.
La pandemia de coronavirus se ha apoderado de la vida cotidiana en todo el mundo, sobrecargando hospitales, cerrando escuelas y oficinas y suspendiendo mítines de la campaña presidencial en Estados Unidos y competencias deportivas mientras crece el temor a sus consecuencias económicas.
Hace tres semanas era una mera gripe, hace dos, el cisne negro de 2020, y ahora es un terremoto económico global de una magnitud impredecible. La Bolsa española sufre el coronavirus desde finales de febrero y cada capítulo de la lúgubre serie supera, por lo negativo, al anterior.
Wall Street se derrumbó el jueves y puso fin al ciclo alcista más largo de la historia de Estados Unidos, porque la restricción de los viajes para enfrentar el brote de coronavirus asustó a los inversores y sacudió a los mercados mundiales.
El bitcoin se desplomaba el jueves en medio de una enorme volatilidad y los operadores citaban una ola de ventas en los mercados globales debido a los temores sobre los daños económicos causados por el coronavirus COVID-19.
Las acciones europeas se desplomaron un 11,5% el jueves, su peor caída diaria en los registros, después de una fría recepción de los mercados a las respuestas de los gobiernos y bancos centrales para combatir el potencial impacto económico del coronavirus.
Los mercados de activos de América Latina acumularon más pérdidas el jueves, debido a la generalizada aversión global al riesgo derivada del impacto del coronavirus y la cada vez mayor percepción de que los estímulos no serán suficientes para prevenir una recesión económica.
El pánico se apoderó de las bolsas europeas este jueves, en una jornada sin control a pesar de los anuncios de medidas del BCE ante el desafío del coronavirus, que suma víctimas humanas y no deja indemne a ningún sector económico.
La creciente crisis del coronavirus provocó el jueves una nueva caída alarmante en Wall Street y una suspensión temporal automática breve en las operaciones matutinas por segunda vez esta semana.
La Reserva Federal (Fed) ha anunciado este jueves que inyectará al menos 1,5 billones de dólares al mercado de préstamos a corto plazo para garantizar la liquidez y detener la sangría de Wall Street, que se había visto obligada a suspender -por segunda vez en una semana- su cotización.
Arrastradas por las medidas excepcionales tomadas el miércoles por la noche por Donald Trump, las bolsas y las divisas latinomericanas continúan en caída libre durante los primeros compases de la jornada del jueves.
