Salud
Vistazo a la declaración de emergencia por COVID-19 en Estados Unidos
El presidente Donald Trump anunció el viernes que declararía una emergencia nacional en respuesta a la propagación del nuevo coronavirus.
El presidente Donald Trump anunció el viernes que declararía una emergencia nacional en respuesta a la propagación del nuevo coronavirus.
Francia y España se unieron a Italia para imponer restricciones de movimiento a decenas de millones de personas, Australia ordenó el autoaislamiento de los extranjeros que llegaban, y Argentina extendió las prohibiciones de entrada al país.
Autoridades de salud están rogando a los mexicanos que modifiquen su estilo de vida para reducir los contagios del virus: que no se saluden de mano ni de beso, se mantengan a cierta distancia entre sí y no acudan a actividades no esenciales. Pero López Obrador no parece haber captado el mensaje
Funcionarios de todo el país restringieron el domingo muchos aspectos de la vida cotidiana en Estados Unidos para combatir el brote de coronavirus, mientras que las autoridades de salud recomendaron que los grupos de al menos 50 personas se abstuvieran de juntarse.
El gobierno argentino optó por tomar la medida una vez que la agencia migratoria detectó el ingreso de personas procedentes de zonas de riesgo a través de las fronteras terrestres. Durante el cierre de fronteras, únicamente los argentinos o extranjeros residentes podrán ingresar al país.
Es una realidad que el nordeste de Asia lleva viviendo durante meses, pero si bien el epicentro de la pandemia parecía desplazarse desde su región de origen, muchos en Asia seguían pidiendo vigilancia contra cualquier desliz que pudiera empañar los costosos avances contra el brote.
Trump pidió a los estadounidenses que dejen de acumular comestibles y otras provisiones, mientras que el principal experto en enfermedades infecciosas le solicitó a la nación que actúe con más urgencia para salvaguardar su salud mientras el coronavirus sigue expandiéndose en Estados Unidos.
Con conciertos y bingo desde las ventanas o celebraciones y yoga en casa, los españoles, muy acostumbrados a hacer vida en la calle, buscaban desde este domingo adaptarse a vivir en un confinamiento casi total que busca frenar la multiplicación de contagios por coronavirus.
"Las cifras siguen aumentando. Pronto llegaremos a un momento en el que no tendremos más camas de reanimación (cuidados intensivos)", advirtió este domingo Attilio Fontana, gobernador de Lombardía, en una entrevista con la cadena Sky TG24, antes de que se publicara el último balance.
En Estados Unidos, los nuevos controles para los estadounidenses que regresen de Europa provocaron un auténtico caos en los aeropuertos: largas filas de espera de varias horas, muy densas, pese a las recomendaciones sanitarias de mantener la distancia entre personas.
Cada día que pasa, la epidemia del coronavirus acerca más a la Comunidad de Madrid al escenario del norte de Italia, algo que los expertos miran con enorme preocupación y que no se espera que pueda empezar a dar señales de mejora en al menos dos semanas.
En toda Europa y muchas partes del mundo se anunciaron más cierres de fronteras y restricciones a los desplazamientos el domingo mientras la vida cotidiana se detiene cada vez más para tratar de mantener a la gente aislada y frenar la propagación del coronavirus.
Ahora que hay pánico mundial por el coronavirus, ya no se burlan: compras de pánico han dejado vacíos los estantes de las tiendas a lo largo y ancho de Estados Unidos mientras los crecientes temores por el virus obligan a muchos a quedarse semanas en casa en cuarentena.
La situación en el país ha dado un giro drástico. “Esto se va a poner muy feo en unas semanas, hay mucha histeria colectiva”. “Todo el servicio es un caos ahora mismo y llevamos así menos de una semana, en dos seguramente se vayan a saturar todos los hospitales, mucho más de lo que ya están”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que Europa se ha convertido en el epicentro actual de la pandemia después de haber registrado más casos y muertes que el resto del mundo combinado, aparte de China, donde el coronavirus se originó el pasado diciembre.
Suspensiones de vuelos de Europa y Asia. Prohibiciones de entrada de extranjeros por tierra, mar y aire. Nada de aglomeraciones públicas de más de 50 personas. Y hasta cierre de restaurantes y antros. Esas son las medidas que se seguían imponiendo en países de América Latina.
La Casa Blanca dio a conocer los resultadose. Horas antes, Trump había dicho a la prensa que se había sometido a examen para el coronavirus y aguardaba los resultados al tiempo que la Casa Blanca tomaba mayores precauciones, dados sus reiterados contactos directos e indirectos con el COVID-19.
Muy dependiente de una clientela extranjera acaudalada, viajera por placer o por negocios, este sector es uno de los que más rápidamente sintió el impacto de la pandemia iniciada en diciembre en China, con sus restricciones de desplazamientos y anulación de eventos internacionales.
España puso el sábado en cuarentena a sus 46 millones de habitantes y Francia ordenó cerrar todos los sitios turísticos—la Torre Eiffel, el Louvre, cafeterías, restaurantes y cines— mientras otros gobiernos adoptaban medidas desesperadas para distanciar físicamente a las personas.
El Gobierno ha anunciado que adelanta y alarga las vacaciones de Semana Santa desde el viernes 20 de marzo y hasta el 20 de abril. La medida anunciada por el secretario de Educación, también pidió a las escuelas suspender las actividades no esenciales a lo largo de esta semana.