El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, flirteó durante meses con el nuevo coronavirus, ignorando el distanciamiento social en actos públicos y fomentando las aglomeraciones en sus salidas de la residencia presidencial, a menudo sin mascarilla.
La estrategia del chavismo fue clara: apostar por el desgaste y endurecer la represión, a lo que se han sumado los errores de la oposición. El resultado es sombrío, la liquidación definitiva de la institucionalidad en Venezuela.
La vida de Richards se convierte en un infierno, una huida perpetua de los magnates que quieren encarcelarlo para desangrarlo cada dos o tres días. Es solo ficción, y exagerada como toda ficción, pero el coronavirus ha resucitado en cierto modo a Ben Richards, el inmortal de la tele.
Lo que sigue pretende ser una petición oficiosa a las autoridades para que, en caso de que exista un rebrote del coronavirus el próximo otoño, como se afirma en notas periodísticas y científicas, no vuelvan a confinarnos.
“Gracias China!!!”, tuiteó Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores de México, el primero de abril. En el tuit aparecía una foto del avión que llevaba 100,000 cubrebocas, 50,000 kits de pruebas y cinco respiradores artificiales donados por China.
Los charlatanes siempre nos sorprenden con la audacia de sus mentiras. Pero más sorprendente aún es que, en la práctica, siempre logran atraer a incautos que les creen. Es común suponer que las víctimas más vulnerables de charlatanes y estafadores son personas ingenuas y desinformadas.
