MISCELÁNEA HUMANA
Aprovecha tu burbuja pandémica
Frente al aislamiento y el peligro de contagio del coronavirus, las burbujas sociales son una forma de mantener la cordura, la salud y la motivación. Utilízalas para mejorar tu hábitos.
Frente al aislamiento y el peligro de contagio del coronavirus, las burbujas sociales son una forma de mantener la cordura, la salud y la motivación. Utilízalas para mejorar tu hábitos.
A fines de octubre, los médicos y enfermeros de un grupo hospitalario de Sudáfrica observaron un extraño repunte en la cantidad de pacientes de COVID-19 que llegaban a sus pabellones. El gobierno había flexibilizado las medidas de confinamiento y, con la llegada de la primavera, se hicieron más...
Con el fin de tranquilizar a los usuarios, las aerolíneas han actualizado y ajustado sus requisitos para los viajeros, con resultados desiguales. Algunas se esfuerzan por mantener la distancia social, tanto en la puerta como en el abordaje; otras son menos cuidadosas.
La variante, que ahora está aumentando en Reino Unido y sobrecargando a los hospitales con nuevos casos, es por ahora poco común en Estados Unidos. Sin embargo tiene el potencial de explotar en las próximas semanas, lo que agregaría más presión al sistema hospitalario estadounidense.
La pandemia ha revelado la necesidad urgente de construir tejido conectivo entre los gobiernos y entre instituciones nacionales y sub-nacionales en EU y Reino Unido. Esto es tan crucial para combatir la pandemia como lo es para garantizar una recuperación pospandemia exitosa.
Más del diez por ciento de la población de Israel ha recibido la primera dosis de una vacuna contra el coronavirus, una tasa que ha superado por mucho al resto del mundo y, en un punto crítico, ha mantenido a flote la golpeada imagen del líder del país, Benjamin Netanyahu, a nivel nacional.
Muchos consideran además que los espacios de trabajo y de ocio o de vida familiar deben estar separados, que no es bueno que los límites se difuminen y hacer del hogar una extensión de la oficina. “En definitiva”, concluye Nieto, “se trata de llevar el trabajo decente al teletrabajo”.
Se sienten atraídos en parte por la posibilidad de regresar un poco de normalidad a sus vidas en un lugar donde las restricciones al coronavirus han sido más flexibles que en casa, incluso cuando los casos de la COVID rompen récords. Algunos de ellos han decidido quedarse, al menos por un tiempo.
“El vehículo privado está absorbiendo una demanda que antes era propia del transporte público. Ahora tenemos miedo a esta pandemia, pero hay otra, la de la calidad del aire, que también produce muertes aunque no sean tan visibles”, explica el experto José Carpio-Pinedo.
Este año, apareció el coronavirus y transformó nuestra vida por completo, incluida nuestra manera de hacer ejercicio. Alteró cómo, por qué y qué necesitamos del ejercicio de un sinfín de maneras (algunas sorprendentes y otras beneficiosas y muy posiblemente duraderas).
La mañana del 16 de diciembre, la amenaza de una tormenta de nieve en Virginia cerró la escuela de Alain Bell, un niño de 7 años. En vez de ir a clases, pasó la mañana garabateando una cara con el ceño fruncido en el hombro del brazo recién vacunado de su padre con un marcador negro.
Podemos sobrevivir 3 minutos sin aire, 3 días sin agua, 3 semanas sin comida y, según la sabiduría popular, 3 meses sin compañía. Sea cierto o no, lo que está claro es que las personas necesitan a otras personas, y muchos estamos aprendiendo que las pandemias pueden ser épocas solitarias.
Otras mujeres han elegido hacer cuarentena en sus comunidades y recurren a la ayuda de parteras como Isabel Vicario Natividad, de 57 años, que sigue trabajando a pesar de que sus propias condiciones de salud la hacen vulnerable al virus.
Spicer, la médica de enfermedades infecciosas que sufre de parosmia, dijo que ha intentado diversificar su dieta, en lugar de simplemente comer “cosas insípidas”, y comenzó a tomar un multivitamínico. Hace poco se dio cuenta de que podía tolerar un plato de curry tailandés.
Conforme avanzan los ensayos clínicos para encontrar las vacunas contra el coronavirus, los países ricos están creando una brecha extraordinaria para su acceso en todo el mundo, pues están reclamando más de la mitad de las dosis que podrían salir al mercado para fines del próximo año.
Las enseñanzas pueden parecer obvias, muchas lo son. Pero la revelación me produjo curiosidad acerca de qué es lo que aprendieron los demás. Cuatro amigos del ámbito de las finanzas personales aceptaron compartir lo que la pandemia les enseñó acerca del dinero y de la vida.
Pfizer no aceptó fondos federales para ayudar a desarrollar o fabricar la vacuna, a diferencia de los líderes Moderna y AstraZeneca. Pfizer consiguió un acuerdo de 1950 millones de dólares con el gobierno para entregar 100 millones de dosis de la vacuna.
“Es difícil vivir una vida tan diferente a la del resto del público y no empezar a sentir que esas reglas no se aplican en tu caso”, dijo la profesora Kecmanovic. Pero, agregó, las celebridades podrían usar su influencia para alentar a las personas a cooperar con las restricciones
Los analistas de seguridad en distintas industrias, entre ellas la médica y la de aviación, han utilizado ampliamente el modelo durante muchos años. (Reason no le puso la etiqueta de “queso suizo”, esa se le atribuye a Rob Lee, un experto de seguridad aérea australiano en los años noventa).
La tecnología le permitirá a las personas trabajar, hacer compras y estudiar de forma remota, y muchas personas continuarán los hábitos que han adquirido desde marzo. Las empresas y los trabajadores competentes se adelantarán, otros podrían quedarse rezagados.