Los mercados de activos de América Latina acumularon más pérdidas el jueves, debido a la generalizada aversión global al riesgo derivada del impacto del coronavirus y la cada vez mayor percepción de que los estímulos no serán suficientes para prevenir una recesión económica.
Las acciones globales se desplomaban y entraban en terreno bajista, mientras que el petróleo se hundía, después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prohibió los viajes desde Europa para frenar la propagación del coronavirus, amenazando con más alteraciones a la economía global.
La creciente crisis del coronavirus provocó el jueves una nueva caída alarmante en Wall Street y una suspensión temporal automática breve en las operaciones matutinas por segunda vez esta semana.
Arrastradas por las medidas excepcionales tomadas el miércoles por la noche por Donald Trump, las bolsas y las divisas latinomericanas continúan en caída libre durante los primeros compases de la jornada del jueves.
Hace tres semanas era una mera gripe, hace dos el cisne negro de 2020 y ahora es un terremoto global de una magnitud impredecible. La crisis del coronavirus va camino de convertirse en una sacudida feroz para los débiles cimientos de la economía global: la amenaza de una recesión se ve cada vez...
Para los gestores de fondos ya es bastante malo ver cómo el coronavirus ha borrado billones de dólares de valor de los mercados mundiales, pero peor aún es no saber qué tan grave es el brote para la economía, para los resultados de las empresas y, en consecuencia, para sus carteras.
Se desvaneció y volvió a surgir en la Bolsa de Valores de Nueva York en torno a que el gobierno de Estados Unidos tratará de amortizar los daños económicos provocados por el brote del nuevo coronavirus.
Wall Street cerró en fuerte alza este martes, impulsada por las medidas de apoyo contra el coronavirus, mientras que las principales bolsas europeas terminaron en rojo, después de iniciar la sesión recuperándose del descalabro de la víspera, su peor jornada desde la crisis de 2008.
La Reserva Federal aumentará los montos que inyecta diariamente a los mercados financieros en 50,000 millones de dólares hasta alcanzar 150,000 millones, como una medida de protección ante la epidemia del nuevo coronavirus, anunció el lunes el banco central estadounidense.
Argentina confirmó el fin de semana la muerte de un paciente diagnosticado con coronavirus, la primera víctima fatal relacionada con el virus en América Latina.
El promedio Industrial Dow Jones cerró operaciones el lunes con una pérdida de 7,8%, su peor declive desde la crisis financiera de 2008, debido a que el desplome en los precios del crudo y el temor a las secuelas de la propagación del nuevo coronavirus azotaron los mercados financieros.
El FMI pidió este lunes a los gobiernos del mundo que articulen "una respuesta internacional coordinada" como durante la crisis financiera de 2008 para contrarrestar el impacto económico del nuevo coronavirus, en un momento de desplome de los mercados.
Wall Street ha detenido este lunes durante 15 minutos la cotización, en respuesta automática a la brusca caída de las acciones que componen sus principales selectivos.
Las acciones globales se hundían el lunes mientras que los precios del petróleo se desplomaban hasta un 33% después de que Arabia Saudita lanzó una guerra de precios con Rusia, lo que llevó a los inversores, ya conmocionados por el COVID-19, a buscar refugio en los bonos gubernamentales y el yen.
Las monedas y bolsas de América Latina incrementaron sus pérdidas el viernes mientras los inversores se refugiaban en activos seguros por temores a que el coronavirus, que se expande por la región, golpee la economía mundial.
Las acciones estadounidenses cayeron el viernes debido a que se intensificaron los temores por lo daños económicos por la propagación del coronavirus, aunque los principales índices de Wall Street terminaron muy por encima de sus mínimos de sesión.
El número de personas infectadas con el coronavirus superó el viernes los 100,000 en todo el mundo cuando el brote llegó a más países e intensificó el daño económico, con los distritos comerciales comenzando a vaciarse y los mercados bursátiles cayendo.
El nerviosismo por la epidemia del coronavirus, que superó los 100,000 afectados en todo el mundo, y la falta de acuerdo entre la OPEP y Rusia, desplomó a las bolsas y arrastró el petróleo a la baja en una nueva jornada negra.
Las acciones estadounidenses se hundían el viernes, en una sesión en la que el Dow Jones llegó a perder más de 800 puntos, mientras el recuento global de contagiados por coronavirus superó los 100,000, lo que llevaba a los inversores a refugiarse en activos considerados seguros.
Los distritos de negocios de todo el mundo comenzaban a vaciarse y los mercados bursátiles se desplomaban el viernes, con el número de contagiados con coronavirus acercándose a los 100,000 y el impacto económico causado por el brote cada vez mayor.
