Su propagación "puede conducir a una curva epidémica más pronunciada (...) lo que significará que tendremos que intensificar nuestras medidas de prevención", advirtió Tyra Grove Krause, responsable de la agencia danesa de control de enfermedades infecciosas.
Un detective escribió en una declaración de causa probable que Brandenburg, de 46 años, ha admitido creer en teorías de conspiración y que comentó a los investigadores que trató de arruinar las dosis de la vacuna intencionalmente porque podrían perjudicar a la gente y modificar su ADN.
La variante, que también se ha documentado en los estados de Florida, Colorado y California, se detectó en un hombre de unos 60 años que vivía en una ciudad al norte de Albany y que no había viajado recientemente, lo que sugiere que se está produciendo una propagación comunitaria.
El Gobierno reconoció que a pesar de las medidas tomadas en diciembre, que incluyeron la declaración de un estado de excepción, se registraron aglomeraciones en varios puntos del país durante las fiestas de fin de año, lo que ha repercutido en una mayor demanda de camas en los hospitales.
El lunes, Gran Bretaña se convirtió en el primer país en comenzar a aplicar la vacuna COVID-19 desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford, intensificando su campaña de inoculación cuando un remonte en la tasa de infección es adjudicado a una nueva y más contagiosa variante del virus.
La inyección de AstraZeneca ya está aprobada en Reino Unido, Argentina, El Salvador e India. Es más económica y se puede almacenar a temperatura de frigorífico, lo que facilita su transporte y uso en comparación con los complejos requisitos de las de otras empresas, entre ellas la de Pfizer.
El secretario de Educación Kevin Yeung dijo que todas las guarderías y colegios del centro financiero suspenderán la enseñanza presencial hasta después de las festividades del año nuevo lunar que terminan el 15 de febrero.
John Bell, profesor de medicina en la Universidad de Oxford que forma parte del grupo de trabajo de vacunas del gobierno, indicó el domingo que cree que las vacunas funcionarán en la variante británica, aunque dijo que hay un “gran signo de interrogación” sobre si valdrá en la variante sudafricana.
El 31 de diciembre se registró un récord de 4.520 nuevos casos en Japón, lo que llevó a la capital, Tokio, y a tres prefecturas vecinas a solicitar una declaración de emergencia al Gobierno nacional. El domingo se registraron 3.158 nuevos casos, según la emisora pública NHK.
El Gobierno germano impuso un segundo confinamiento total el 16 de diciembre, cerrando escuelas, tiendas y restaurantes después de que el cierre parcial introducido a principios de noviembre no trajese una reducción significativa de las infecciones.
“En el momento en que les hablo esta noche, nuestros hospitales están bajo más presión por el COVID que en cualquier otro momento desde el comienzo de la pandemia”, dijo Johnson en un discurso televisado, en el que abandonó su enfoque regional para luchar contra la pandemia.
“Si estamos ante una situación de emergencia, es incomprensible que no se disponga de personal suficiente y recursos suficientes para seguir vacunando cada día. Me parece un auténtico escándalo”, dijo en Twitter Manuel Pérez-Alonso, profesor de genética de la Universidad de Valencia.
A pesar de un aumento en las nuevas infecciones en estos últimos meses, funcionarios rusos han evitado imponer una cuarentena nacional en un intento de proteger la economía, y en su lugar han confiado en las restricciones locales.
La Agencia de Salud Regional de Bretaña advirtió que los asistentes a la fiesta estaban en alto riesgo de propagar el virus y exhortó a los participantes a aislarse una semana y hacerse una prueba en siete días. Francia ha reportado más de 65,000 muertes por el coronavirus.
Una de las imágenes que más impactó ocurrió el último fin de semana en una de las playas de moda de la ciudad balnearia de Pinamar, donde varios cientos de jóvenes fueron dispersados por policías a bordo de cuatriciclos. Lo mismo se repite en otras playas de la costa Atlántica.
Desde el 8 de diciembre, el Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés) de Gran Bretaña ha estado utilizando una vacuna fabricada por Pfizer y la firma alemana BioNTech para inocular a trabajadores de salud, así como a residentes de asilos y al personal de los mismos.
Ya sea por el COVID-19 o por el Brexit, algunos británicos con residencia en España que intentaron viajar a sus casas en el país ibérico se vieron impedidos de abordar vuelos durante este fin de semana.
Mientras los países más ricos se apuran para distribuir vacunas contra el COVID-19, Somalia sigue siendo uno de los pocos lugares del planeta donde gran parte de la población ni siquiera se toma en serio al coronavirus. Algunos temen que eso resulte ser más letal de lo que nadie se imagine.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, prometió no vacunarse contra el coronavirus antes que sus pares en su grupo de edad, incluidos los neoyorquinos negros, hispanos y pobres.
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha cargado este domingo contra el "nacionalismo de vacunas" en el que los países parecen haberse embarcado para intentar acaparar el mayor número de dosis de los fármacos contra el coronavirus.
