La actividad manufacturera china que se expandió a su ritmo más rápido en una década y el fortalecimiento del sector en la zona euro alivió las preocupaciones sobre un repunte de la pandemia que hizo caer casi un 8% al índice de acciones globales MSCI durante las tres semanas anteriores.
Los actores del mercado esperan volatilidad a corto plazo e importantes cambios en las políticas a largo plazo relacionados con los impuestos, el gasto público, el comercio y la regulación, dependiendo de si el presidente Donald Trump o su rival demócrata Joe Biden ganan los comicios.
El Dow Jones perdió más del 6,4% esta semana, su peor desempeño semanal desde el primer azote de la pandemia en marzo. El S&P 500 cayó un 5,6%, arrastrado por las caídas de las grandes tecnológicas, alcanzando niveles que no registraba desde hace siete meses
La pandemia llevó a los hospitales de Estados Unidos al borde de su capacidad y los casos de coronavirus superaron los 9 millones, mientras que la perspectiva de una mayor restricción de la actividad en Europa suscitó preocupación por la recuperación económica.
La moneda peruana cerró con una baja de 0,11%, a 3,615/3,616 unidades, luego de que el banco central colocó swaps cambiarios por 300,1 millones de soles. En la semana la divisa tuvo una depreciación de 0,5% y perdió un 0,44% en el mes.
Las acciones inicialmente subieron un 2% tras el cierre regular del mercado, pero luego bajaron un 1%, ya que la compañía pronosticó 4,000 millones de dólares en costos relacionados con el COVID-19 para el período actual y ganancias operativas por debajo de las expectativas de Wall Street.
La presidenta financiera Ruth Porat dijo que la compañía vio incrementos en todas las regiones y sectores. Sin embargo, no dijo si las tendencias mostraban señales de decaimiento a medida que Europa y otras áreas abordaban los aumentos significativos de las infecciones por coronavirus.
El repunte se produjo después de una caída de más del 3% un día antes de los principales índices de Wall Street, lo que subraya la volatilidad del mercado antes de las elecciones presidenciales de la próxima semana y los crecientes temores por el COVID.
A pesar deñ retroso en la salida del nuevo iPhone, la compañía con sede en California ha superado las expectativas de ventas este año y ha lanzado una serie de nuevos productos y servicios que sus clientes han adoptado mientras la mayoría de ellos permanece en casa durante la pandemia.
El S&P 500 subió 1,2%, revirtiendo una baja de 0,3% al comienzo de la sesión. Los corredores bursátiles recibieron con beneplácito las cifras alentadoras sobre el ritmo de los despidos y la gran fuerza con que la economía se recuperó durante el verano boreal de su coma inducido por el coronavirus.
Las acciones mundiales y los mercados de materias primas caían de nuevo el jueves, después de que la vuelta a los confinamientos nacionales en algunas de las mayores economías de Europa provocó la mayor liquidación a nivel global en meses.
Los ingresos del tercer trimestre totalizaron 6,600 millones de dólares, superando la estimación promedio de analistas de 6.310 millones. La compañía registró ganancias ajustadas por acción de 2,11 dólares, superando la estimación de Wall Street de 1,90 dólares por papel.
Doce estados de Estados Unidos establecieron récords de pacientes hospitalizados con COVID-19, mientras que Alemania y Francia anunciaron planes para cerrar grandes áreas de la vida pública durante un mes a medida que la pandemia se intensifica en Europa.
Los inversionistas están cada vez más inquietos de que la economía pierda ímpetu en caso de que se ordenen nuevos cierres justo en momentos en que se diluyen las posibilidades de que Washington apruebe un nuevo paquete de ayuda económica ante la cercanía de las elecciones.
La Casa Blanca puso el martes paños frios a las expectativas de un importante paquete de estímulo por el coronavirus que se acordaría en las elecciones del 3 de noviembre, al decir que la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, está pidiendo demasiado.
Los tres principales índices de Wall Street cayeron a mínimos de casi cuatro semanas el lunes, debido a que a los inversores les preocupaba el número récord de nuevas infecciones de coronavirus en Estados Unidos y algunos países europeos y lo esquivo del paquete de estímulo fiscal.
Los precios de las acciones cerraron el martes mayormente a la baja en la Bolsa de Valores de Nueva York debido a que el impulso del mercado se ha desacelerado por inquietudes en torno a los repuntes de casos de coronavirus y la incapacidad de Washington de proporcionar más ayuda a la economía.
La pandemia del coronavirus no solo ha revolucionado la economía y los hábitos de vida de medio planeta. También ha impulsado la querencia de los usuarios por los pagos electrónicos, un cambio que ha contribuido a acelerar los planes del BCE para lanzar su propia moneda digital.
Las nuevas infecciones tocaron niveles récord en Estados Unidos, con El Paso, en Texas, exhortando a sus habitantes permanecer en casa por las próximas dos semanas. En Europa, Italia y España impusieron nuevas restricciones, mientras que Rusia y Francia registraron niveles récord de infectados.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo que todavía era posible conseguir otra ronda de ayuda de COVID-19 antes de las elecciones del 3 de noviembre, pero que dependía del presidente Donald Trump actuar, incluyendo hablar con los republicanos reacios del Senado.
