Miles de migrantes hondureños comenzaron a caminar hacia la frontera con Guatemala antes del amanecer del viernes, impulsados por la pobreza y la esperanza de llegar a la frontera de Estados Unidos, donde algunos creen que recibirán una bienvenida más cálida con el gobierno de Joe Biden.
Al caer la tarde, algunos de ellos ya habían llegado al cruce fronterizo en la ciudad de Corinto. El grupo comenzó a caminar el miércoles pero hizo una pausa durante la noche antes de llegar a donde estaban unos 75 policías antimotines en las afueras de San Pedro Sula.
Alrededor de 200 migrantes iniciaron el miércoles en la noche una marcha a pie por una carretera hacia la frontera con Guatemala, dos días antes de la fecha prevista para la salida de una caravana desde San Pedro Sula.
Frente al auge de la migración de familias centroamericanas que pusieron rumbo a Estados Unidos de manera masiva en los últimos años, menores de edad como Ervin y jóvenes adultos son el nuevo perfil de migrantes que MSF está viendo más en medio de la pandemia.
“Hay camionetas sospechosas que se estacionan o que dan vueltas con dos o tres hombres adentro”, aseguró el migrante hondureño Michael Castañeda, de 27 años, quien ayudó a organizar la vigilia. “Sabemos que (delincuentes) nos están viendo, y saben que estamos viéndoles también”, agregó.
Durante una conferencia de prensa en Wilmington, Delaware, Biden dijo que ya empezó a discutir el tema con el presidente mexicano y con “nuestros amigos en América Latina” y señaló que la “línea de tiempo es hacerlo para que en realidad lo mejoremos y no lo empeoremos”.
El gobierno del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, está considerando un plan para proteger a más de un millón de inmigrantes de Honduras y Guatemala de la deportación después de que los países fueran azotados por huracanes en noviembre.
"La gente sigue perdiendo sus vidas en viajes migratorios irregulares a pesar de las amplias restricciones de viaje en 2020, lo que muestra la necesidad de opciones migratorias legales y más seguras", ha defendido en un comunicado el director del centro de datos y análisis de la OIM, Frank Laczko.
Cuando le preguntaron sobre el futuro del programa, que ha dejado varados a muchos migrantes centroamericanos en campamentos en malas condiciones en algunas ciudades fronterizas mexicanas, López Obrador respondió: “Vamos a esperar a que se tome posesión, a que llegue el señor Biden”.
Hace cuatro años, Donald Trump llegó al poder con el muro en la mente y Joe Biden lo hará en tres semanas con un paquete de medidas destinadas a mejorar la vida de los migrantes en Estados Unidos antes de sus 100 primeros días. Al menos esa es la promesa que trae bajo el brazo.
Las habitaciones del hotel están vacías. En la fachada, el letrero de tres pisos de alto que alguna vez atraía a los jugadores con margaritas de 1,99 dólares ahora anuncia un banco de alimentos en el estacionamiento todos los jueves.
Las autoridades de Nuevo México han recibido decenas de miles de solicitudes de pagos de asistencia por coronavirus que se destinarán a residentes sin importar cuál sea su condición migratoria.
Los agentes impedían el cruce a territorio guatemalteco de quienes no llevaran pruebas de no tener coronavirus o llevaran a menores sin documentos a su cargo, la mayoría de ellos. “Estamos aquí para orientar a los hondureños sobre las restricciones que está poniendo Guatemala para poder ingresar.
"La gente ya no tiene miedo del coronavirus. Están pasando hambre, han perdido todo y algunas ciudades aún están inundadas", explica González. La migración desde Centroamérica hacia México y Estados Unidos ya se disparó después del huracán 'Mitch' en 1998 y el 'Stan', en 2005
“Es fundamental que no olvidemos que todo el trabajo que realizamos se traduce en beneficio para un población en altísimos niveles y condiciones de vulnerabilidad y con quienes tenemos una deuda histórica y a las cuales requieren nuestra atención de manera prioritaria”
Un juez federal anuló el martes dos reglas del gobierno del presidente Donald Trump elaboradas con el objetivo de limitar drásticamente el número de visas que se emiten cada año para trabajadores extranjeros calificados.
Las autoridades españolas desmantelaron un campamento improvisado para la acogida de migrantes que durante más de tres meses fue conocido como el “campamento de la vergüenza” por atender a miles de africanos bajo situaciones de miseria a su llegada a las Islas Canarias.
Los defensores de los migrantes que pidieron la orden judicial sostienen que el gobierno tiene capacidad para proteger a los menores y a los agentes fronterizos al mismo tiempo. Alegan que el ejecutivo está utilizando la pandemia como pretexto para perseguir a los migrantes.
El gobierno de Estados Unidos apeló el miércoles la orden judicial que prohíbe la expulsión de menores migrantes que cruzaron la frontera solos, una política promulgada durante la pandemia del coronavirus para negar protecciones de asilo a los niños.
El presidente electo también ha confirmado que durante su primer día sentado en el Despacho Oval volverá a incluir a Estados Unidos en el Acuerdo de París, el pacto climático mundial del que Trump retiró a Washington y cuya salida se hizo efectiva este mismo mes de noviembre.
