Reportajes
Tras el ataque a los LeBarón en México queda un mensaje: nadie está a salvo
Los asesinatos de seis niños y tres mujeres resquebrajan la idea de que solo los delincuentes son víctimas de la violencia del narcotráfico.
Los asesinatos de seis niños y tres mujeres resquebrajan la idea de que solo los delincuentes son víctimas de la violencia del narcotráfico.
La soledad la sufre quien está solo y quiere compañía, pero no es lo mismo que la “solitud”, un término que se usa para describir el deseo de, simplemente, estar con uno mismo.
El profesor Pedro Alastuey está preocupado por el estallido social que sacude a Chile. La suspensión de las clases producto de los disturbios de los últimos días en su país le impiden llevar a su hijo con Síndrome de Dawn a recibir sus terapias.
Chile, conocido como uno de los países más ricos, estables y pacíficos de América Latina, está en medio de una agitación política y económica con miles de personas protestando en las calles después que el gobierno aumentó las tarifas de transporte público.
Una meta más amplia es lo que muchos nacionalistas blancos llaman “Fase 2”: lograr la aceptación general de las ideas de extrema derecha rechazadas como repugnantes y lograr que los nacionalistas blancos alcancen puestos de influencia.
La generación milénial está poniendo a prueba esa teoría. Los estudios muestran que los milénials están saliendo menos, tienen menos sexo y se casan mucho más tarde que cualquier generación anterior, y la próxima generación parece estar siguiendo sus pasos.
Pareciera que cada día que abrimos el periódico, entramos a redes sociales o vemos las noticias, hay una nueva y terrible historia de explotación y abuso infantil. Como consejera y educadora enfocada en prevenir el abuso sexual infantil, la gente a menudo me pregunta si el abuso sexual...
Hace poco tiempo, el jefe de la autoridad antimonopólica en Alemania, Andreas Mundt, le pidió a un salón lleno de abogados, académicos y reguladores que imaginaran un muro con toda la información personal que habían reunido de ellos Facebook y Google.
La idea de que Twitter es una red ligada a la información periodística esconde la fantasía de que, con solo asomarnos a ella, ya sabemos qué está pasando. Esta suerte de rápido crucero por titulares, son muchos de ellos salidos de fábricas de engaños o producidas por mercenarios digitales.
Hace cinco años, el presidente de Gambia coronó a Fatou Jallow como la ganadora del concurso de belleza más importante del país africano después de dar un sermón dirigido a las participantes: les dijo que no se apresuraran a casarse y más bien usaran la beca del concurso para cumplir sus sueños.
Parece que 2019 podría ser el año de las protestas. La semana pasada en Praga, los checos se concentraron en la manifestación más grande desde la caída de la Cortina de Hierro para exigir la renuncia de su primer ministro acusado de corrupción.
La imagen representa una conmovedora muestra del peligroso recorrido que los migrantes enfrentan en su paso rumbo al norte hacia Estados Unidos, y de las trágicas consecuencias que a menudo transcurren de manera invisible en el escandaloso y ácido debate sobre la política fronteriza.
Un taxi dejó a Maroly Bastardo Gil y a sus dos hijos pequeños cerca de un cementerio, no lejos de la costa del noreste de Venezuela. Todavía estaba a tiempo de cambiar de opinión. Embarazada de ocho meses, enfrentó duras decisiones en una nación cuya economía colapsó.
A lo largo de los últimos años, las tasas de suicidios entre adolescentes han aumentado terriblemente. Los índices de depresión están incrementando y la salud mental en general en Estados Unidos se está deteriorando. ¿Qué está pasando?
Aun para los padres de Martinez, que le apoyan, no ha sido fácil concebir al género como una extensión multidimensional. La sugerencia a que se refieran a elle con su pronombre no binario tampoco ha ganado mucha fuerza.
El sábado 11 de mayo, un cordón policial del Ministerio del Interior nos encerró a un grupo de amigos que veníamos de la marcha por los derechos de la comunidad LGBTI. Minutos antes, miembros de las fuerzas policiales vestidos de civiles habían reprimido un evento...
Algunos días, a Hadis Lessani, una estudiante de 17 años del último año del bachillerato, la vida como mujer joven en Kabul le llega a parecer sofocante. Una vez, un hombre en la calle la sermoneó por usar maquillaje y ropa occidental, “Son vergonzosos”, gritó.
Cuando el gobierno de Colombia firmó el acuerdo de paz en 2016 con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), una guerrilla de inspiración marxista, parecía un milagro poder finalizar el conflicto de medio siglo que mató al menos a 220,000 personas y devastó las zonas rurales.
Es una escena común: cuatro turistas españolas, en compañía de dos hombres afrocubanos, se dirigen a uno de los muchos clubes nocturnos de La Habana: “Ustedes sí, pero ellos no”, les dice el portero, “la casa se reserva el derecho de admisión”.
Cuanto más buenas noticias y desafíos personales me reservo para compartir en persona con mis amigos, más veo que el mundo digital nunca me ofreció la misma satisfacción ni el mismo apoyo. En cambio, acabé perdiéndome de ver los rostros de mis amigos iluminarse ante las noticias dichosas.