Fueron 48 horas en las que el fútbol estuvo al borde. Los hinchas tomaron las calles. Los jugadores se rebelaron abiertamente. El caos acechaba en los pasillos del poder, desatando una onda sísmica por todo el mundo, de Manchester a Manila, de Barcelona a Pekín y de Liverpool a Los Ángeles.
Florentino Pérez no está acostumbrado a perder, ni a la hora de fichar a estrellas de fútbol para engalanar el césped del estadio Santiago Bernabéu en Madrid, ni a la hora de cerrar negocios multimillonarios para su imperio de construcción.
"Si en el otro lado de la mesa no hubiese la UEFA diría que no pasa nada, pero todos sabemos cómo funciona y los grados de corrupción y perversión que tiene, de manera que es posible que el Barça pague las consecuencias junto con los otros clubes promotores de la Superliga"
"El Consejo de Administración del Atlético de Madrid, reunido este miércoles por la mañana, ha decidido comunicar formalmente a la Superliga y al resto de clubes fundadores su decisión de no formalizar finalmente su adhesión al proyecto", anunció en su comunicado el club rojiblanco.
El presidente de la Juventus, Andrea Agnelli, dijo a Reuters que no se podría avanzar con el torneo después de que seis clubes ingleses se retiraran el martes y que el Inter de Milán y el Atlético de Madrid siguieran su ejemplo. El AC Milán indicó que también lo haría.
El portavoz del primer ministro dijo a la BBC que las medidas que se estaban considerando incluían impedir que los jugadores extranjeros de los clubes implicados obtuvieran visados de trabajo -que necesitan después del Brexit- y la retirada de la financiación policial para los días de partido.
La persona habló con AP bajo la condición de no ser identificada debido a que Chelsea aún no ha comunicado su decisión a los organizadores del nuevo torneo, uno que mantendría a un grupo de clubes fijos a diferencia de la actual Liga de Campeones de la UEFA.
El español es un admirador del carácter competitivo de la Premier League y dijo que era un error que clubes como el Leicester City o el West Ham United, ambos aspirantes a clasificar para la Liga de Campeones esta temporada, se vieran privados de ese sueño.
"Nuestros socios y nuestros seguidores rechazan una Superliga. Nuestro deseo como FC Bayern es que los clubes europeos vivan esa competición maravillosa que es la Liga de Campeones y la desarrollen junto con la UEFA", dijo Hainer.
Los superclubes llamaron a los abogados. El presidente del fútbol europeo respondió, llamando a los líderes de los equipos “víboras y mentirosos”. Y los fanáticos del deporte no quieren ni enterarse. La batalla campal para promover, o prevenir, una superliga de fútbol europea separatista empezó...
"Como contrapartida por su compromiso, los clubes fundadores recibirán un pago en una vez del orden de 3,500 millones de euros (4.190 millones de dólares), destinado únicamente a inversiones en infraestructuras y a compensar el impacto de la crisis del covid-19", añade el comunicado.
La FIGC prometió en un comunicado oficial quedarse unido a la UEFA, la FIFA y a las federaciones española e inglesa para "bloquear este cínico proyecto, un proyecto basado en los intereses personales de pocos clubes en un momento en el que la sociedad necesita más que nunca solidaridad".
"Todavía estamos evaluando con nuestro equipo legal, pero tomaremos todas las sanciones que podamos y les informaremos lo antes posible", dijo. "Mi opinión es que tan pronto como sea posible tienen que ser expulsados ââde todas nuestras competiciones y los jugadores de todas nuestras competiciones"
"BT reconoce las preocupaciones planteadas por muchas de las principales voces e hinchas del fútbol, âây cree que la formación de una Superliga europea podría tener un efecto perjudicial para la salud a largo plazo del fútbol en este país", dijo la compañía.
Todos ellos advierten de que, según los estatutos de la FIFA y las confederaciones, "todas las competiciones deben ser organizadas o reconocidas por el organismo competente a su nivel correspondiente; es decir, por la FIFA a nivel mundial y por las confederaciones a nivel continental".
La UEFA está trabajando actualmente con la Asociación Europea de Clubes (ECA), entre cuyos miembros se encuentran los clubes más grandes de Europa, para rediseñar la Liga de Campeones a partir de 2024, pero no se han elaborado planes concretos.
El fútbol se enfrenta a un cambio de modelo tan revolucionario como complejo, en el que entra en juego la amenaza de la ruptura de los grandes clubes con sus ligas domésticas y todo el costumbrismo futbolero que la transformación se llevaría por delante.
