La pandemia del COVID-19 pudo haber generado roces entre México y Estados Unidos, cuyos gobernantes están en las antípodas del espectro político y enfrentan la peor crisis de sus administraciones.
La crisis del coronavirus encontró la popularidad de Andrés Manuel López Obrador camino abajo. La aprobación del presidente de México ya había comenzado a sufrir los efectos del desgaste de gobernar incluso antes de que se detectara el primer caso de la covid-19, el 28 de febrero.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo el viernes que su homólogo estadounidense, Donald Trump, le garantizó en una llamada telefónica que a finales de abril el país latinoamericano recibirá 1,000 ventiladores y que podrá adquirir más.
“Si hay una pandemia que afecta desde luego que está impactando en la economía. ¿Cómo no llegar a un acuerdo entre Rusia y Arabia para no provocar la caída en el precio del petróleo y profundizar más la crisis?”, dijo el mandatario mexicano en una conferencia de prensa.
Gerardo Ruiz Esparza, el exsecretario de Comunicaciones y Transportes durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), ha fallecido este miércoles a los 70 años en un hospital de Ciudad de México.
Lo que pudo haber sido un encuentro anecdótico se ha convertido en una enorme polémica que ha opacado momentáneamente la crisis por el coronavirus en México y ahondado en la polarización en lo que deberían de ser tiempos para la unidad.
Con más de un año en el poder, el presidente Andrés Manuel López Obrador participó el jueves en su primera cumbre internacional, aunque el tema _la pandemia del coronavirus_ significó que no tuvo que salir de México para llegar.
El presidente Andrés Manuel López Obrador sigue moviendo masas y cuenta con el apoyo de la mayoría de la población pero su popularidad, que llegó a batir récords después de arrasar en las elecciones de 2018, parece comenzar a resentirse después de año y medio en el poder.
Los mexicanos ya no deberán preocuparse acerca de dónde estacionar un Boeing Dreamliner si se lo ganan en un sorteo, pues el gobierno anunció que ya no rifará el lujoso jet presidencial: se lo quedará la fuerza aérea.
El mandatario ha asumido como una de las banderas de su Gobierno deshacerse de la aeronave, un Boeing 787-8 adquirido por 218 millones de dólares durante la Administración de Felipe Calderón (2006-2012), que no ha encontrado un comprador en poco más de un año.
Al no levantar el vuelo la venta del avión presidencial mexicano, el gobernante Andrés Manuel López Obrador optó finalmente el viernes por realizar una rifa con premios de un millón de dólares en efectivo, mientras sigue buscando comprador para la lujosa aeronave.
El Gobierno de México ha pedido que el Instituto Nacional Electoral (INE) entregue los datos biométricos de los ciudadanos: huellas digitales, registros faciales y oculares estarían en poder del Estado.
El Gobierno mexicano quiere evitar a toda costa una nueva confrontación con la Casa Blanca, después de que Donald Trump resucitara la consigna de construir un muro fronterizo y hacer que su vecino del sur pague por él.
Unos mexicanos tienen claro que lo venderían, otros dicen que no saben y todos ríen al imaginar qué pasaría si compran un boleto y después del sorteo les entregaran el Boeing Dreamliner del expresidente Peña Nieto, que el actual mandatario no quiso usar en aras de su “austeridad republicana”.
Una sentencia de un juez civil ha despertado los peores fantasmas sobre la vulnerabilidad de la libertad de expresión en México. El periodista y académico Sergio Aguayo ha sido condenado este martes a pagar 10 millones de pesos —medio millón de dólares— a Humberto Moreira por daño moral...
El avión, en un hangar de Estados Unidos, está valorado en unos 130 millones de dólares. López Obrador no ha ocultado que el trámite se resiste e incluso ha propuesto fórmulas alternativas, como la venta a varias empresas, el intercambio por productos médicos o la rifa.
Andrés Manuel López Obrador dijo el lunes que su propuesta de rifar el avión presidencial mexicano no fue una ocurrencia sino una solución a un problema heredado de sus antecesores, que adquirieron la aeronave con una mentalidad “faraónica” y alejada de la realidad del país.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha revelado que su Gobierno ofreció al de Estados Unidos el antiguo avión presidencial a cambio de que entregase equipos médicos valorados en unos 130 millones de dólares.
Como si se tratara de un auto o de unas vacaciones en la playa, el avión presidencial mexicano podría ser ofrecido en una rifa popular, el último recurso lanzado el viernes por Andrés Manuel López Obrador para deshacerse de la lujosa aeronave.
Como si se tratara de un auto o de unas vacaciones en la playa, el avión presidencial mexicano podría ser ofrecido en una rifa popular, el último recurso lanzado por Andrés Manuel López Obrador para deshacerse de la lujosa aeronave.
