Manifestantes antigubernamentales rodearon el martes un templo clave en la ciudad de Najaf, en el sur de Irak, ante las preocupaciones por un nuevo brote de violencia en la zona, dijeron funcionarios de seguridad iraquíes.
El anuncio de dimisión del primer ministro iraquí no ha bastado para que los ciudadanos dejen de protestar y este sábado centenares de personas volvieron a salir a las calles de Bagdad y de ciudades del sur del país, decididos a mantener la movilización hasta que se marchen "todos los corruptos".
El gran ayatolá Alí Sistani, figura tutelar de la política iraquí, instó el viernes a sustituir al gobierno, tras una de las jornadas más sangrientas del movimiento de protesta, que ya ha dejado casi 400 muertos.
El primer ministro de Irak, Adel Abdelmahdi, ha anunciado este viernes que va a presentar su dimisión al Parlamento. Era una las exigencias de las protestas populares que desde hace casi dos meses exigen la reforma del sistema político establecido tras el derribo de Sadam Husein en 2003.
Irak vivió el jueves una de las jornadas más sangrientas en dos meses de protestas contra el poder, con la muerte de 33 manifestantes, principalmente en el sur, donde los manifestantes prendieron fuego a edificios públicos.
Las fuerzas de seguridad iraquíes abatieron al menos a 45 personas después de que manifestantes irrumpieron e incendiaron un consulado iraní durante la noche, en lo que podría ser un punto de inflexión en el levantamiento contra las autoridades respaldadas por Teherán.
Las fuerzas de seguridad iraquíes abatieron al menos a 28 personas después de que manifestantes irrumpieron e incendiaron un consulado iraní durante la noche, en lo que podría ser un punto de inflexión en el levantamiento contra las autoridades respaldadas por Teherán.
Las protestas en Irak, que ya causaron 350 muertos en dos meses, alcanzaron un nivel excepcional el miércoles con el incendio por manifestantes del consulado de Irán en Nayaf, tras una nueva jornada sangrienta de un movimiento que rechaza el poder iraquí y su padrino Irán.
Manifestantes opuestos al gobierno quemaron el miércoles un edificio del consulado iraní en el sur de Irak, mientras que seis manifestantes murieron baleados por las fuerzas de seguridad, dijeron funcionarios iraquíes.
Al menos un muerto y decenas de heridos el martes en Bagdad, mientras que varias ciudades del sur de Irak están paralizadas por manifestantes que bloquean las administraciones y carreteras para lograr la caída del poder, comprobaron corresponsales de AFP.
Al menos 13 personas que participaban en manifestaciones contra el gobierno iraquí resultaron heridas por las fuerzas de seguridad durante enfrentamientos en el centro de Bagdad. En el sur del país los manifestantes quemaron neumáticos y bloquearon las principales carreteras.
Las fuerzas de seguridad iraquíes dispararon balas de goma y gas lacrimógeno el sábado para dispersar a los manifestantes, matando a dos personas, en el tercer día de intensos enfrentamientos en el centro de Bagdad, informaron funcionarios médicos y de seguridad.
“Queremos una nación, no una prisión”, dice un mural que muestra a un hombre que se libera dejando atrás unas barras. “Plante una revolución, cosechará una nación”, dice otro en el que una mano hace el signo de la victoria por encima de las cabezas de manifestantes.
Tres manifestantes fallecieron y otros 25 resultaron heridos el viernes en choques con las fuerzas de seguridad cerca de un puente estratégico en Bagdad, dijeron funcionarios de seguridad y médicos. Los enfrentamientos seguían en marcha.
Cuatro manifestantes antigubernamentales murieron durante la noche en renovados choques con fuerzas de seguridad en Bagdad, dijeron el jueves funcionarios hospitalarios y de seguridad iraquíes.
Manifestantes contrarios al gobierno en el sur de Irak cortaron carreteras que llevaban al puerto principal del país, mientras otros activistas en Bagdad forzaron el cierre del banco central, según funcionarios de seguridad.
Manifestantes antigubernamentales se apoderaron el sábado de una estratégica plaza en Bagdad y con ello se acercaron más a su objetivo de llegar a la Zona Verde, una zona fortificada donde está la sede del gobierno, después de días de enfrentamientos con fuerzas de seguridad.
Irak "no será el mismo" después de la ola de manifestaciones que estalló hace un mes y las autoridades no pueden ignorarlo, dijo este viernes el ayatolá Alí Sistani, en una muestra de apoyo a los manifestantes, que siguen en las calles.
El líder religioso chií más influyente de Irak exhortó el viernes a crear una nueva ley electoral que restaure la confianza ciudadana en el sistema y de a los votantes la oportunidad de llevar “nuevos rostros” al poder.
Cuatro manifestantes murieron el jueves en Bagdad en choques con las fuerzas de seguridad, que continúan su represión a pesar de las presiones políticas y diplomáticas para poner fin a la peor crisis social de Irak desde la caída de Sadam Husein.
