Nadie vio venir a México. El país latinoamericano era un invitado más a la cumbre de la OPEP ampliada, un productor de petróleo intermedio que se sumaría al esfuerzo mundial por estabilizar los precios del crudo a costa de lo que fuera.
Si en algo pueden ponerse de acuerdo los simpatizantes y los opositores del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador es en aceptar que es muy terco. Él mismo lo dice.
Solo, en el palacio presidencial de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el domingo un plan económico ante la emergencia por el nuevo coronavirus basado en sus ya conocidos mantras: la austeridad y los programas sociales.
López Obrador ha dicho que los mexicanos tienen lo necesario para salir adelante. “La cultura de nuestro pueblo no es intangible como suele pensarse. Siempre nos ha salvado y ha permitido reponernos de terremotos, huracanes, inundaciones, epidemias, tiranías, malos Gobiernos y de la corrupción”.
López Obrador señaló el domingo que no habrá un enorme programa de estímulos económicos mientras México se enfrenta a la amenaza de una crisis provocada por el coronavirus que, con toda probabilidad, sería distinta a cualquiera que haya padecido en el último siglo.
México se prepara para entrar nuevamente en un terreno de crisis. Hacienda reconoció el miércoles, por primera vez desde la emergencia generada por la epidemia, que el país puede sufrir una caída de hasta un 3.9% del PIB.
A la cuarta semana desde que se detectaron los primeros casos mexicanos de coronavirus, Andrés Manuel Lopez Obrador ha reconocido públicamente lo obvio: su país no salvará su economía de la recesión.
La calificadora revisó además su estimación de crecimiento de la economía mexicana en 2020 a 0.9% desde el 1% previo, por los efectos de la pandemia de coronavirus durante la primera mitad del año, de acuerdo a una nota firmada por la analista de soberano Ariane Ortiz-Bollin.
México necesita de una estrategia más clara para el manejo de sus finanzas públicas, que no recurra de nueva cuenta a los fondos de ahorro gubernamentales en caso de carencias, indicó hoy el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, dependiente del Consejo Coordinador Empresarial
Analistas del sector privado esperan que en este año 2020 el crecimiento de la economía sea 1,0%, según la encuesta mensual de enero del Banco de México (central), sobre Expectativas de Especialistas en Economía del Sector Privado.
La debilidad en la economía mexicana se acentuó en los últimos meses de 2019, y se perfila una contracción en todo el año, lo que implicaría su primer ‘tropiezo’ en 10 años.
Andrés Manuel López Obrador, que ganó por amplio margen las elecciones presidenciales en México tras prometer grandes cambios en los mercados energéticos del país, ha tenido cuidado de no espantar a los inversionistas cancelando categóricamente reformas previas.
La nube negra que pesa sobre Pemex, una petrolera con una deuda de más de 100,000 millones de dólares, no se disipa. La producción de petróleo de México cayó un 7% en 2019 hasta situarse en un promedio de 1.6 millones de barriles diarios, el nivel más bajo desde finales de los años 70.
De los 28 pozos programados para 2019, la petrolera solo pudo perforar tres y de los 2.018 millones de dólares disponibles en 2019, solo invirtió 441 millones, según datos de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), el organismo autónomo encargado de regular el sector.
“Si no invierte el sector privado lo vamos a hacer nosotros y puede ser que terminemos el sexenio con el 60% ó el 70% de producción para el mercado a través de la CFE”, expresó el mandatario en un mensaje por la inauguración de una central Geotermoeléctrica en el occidental estado Michoacán.
Pasada la euforia inicial, algunos líderes empresariales de México se mostraron afligidos y resignados a aceptar un remozado acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá, el TMEC, del que todavía no conocen ningún detalle, pero que podría dar paso a una aplicación más estricta e intrusiva...
El banco central de México redujo nuevamente sus proyecciones de expansión del Producto Interno Bruto (PIB) local para 2019 y 2020, en medio de una economía que entró en recesión técnica en el primer semestre y que podría, incluso, cerrar el año en terreno negativo.
Un ambicioso plan entre el gobierno de México y el sector privado para invertir en infraestructura durante los próximos cinco años es “positivo” y podría impulsar el débil crecimiento económico local, dijo el martes una analista de la agencia calificadora Moody’s.
La construcción de infraestructura en México para dar un empujón al crecimiento económico comenzará en breve. El presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha anunciado este martes un Plan Nacional de Infraestructura de 42,000 millones de dólares para los próximos cinco años de su Gobierno.
El gobierno de México anunció un plan de infraestructura del sector privado por el equivalente a unos 44,300 millones de dólares, que busca dar impulso a la estancada economía local.
