La farmacéutica estadounidense dijo el miércoles que la vacuna de COVID-19 que desarrolla junto a BioNTech mostró una eficacia del 95% en la fase final de sus ensayos, diciendo que solicitará la aprobación para su uso de emergencia en Estados Unidos.
La pandemia ha mostrado que no hace falta probar la efectividad de una vacuna para aumentar en decenas de millones de euros las cotizaciones de los principales actores implicados. El ejemplo más reciente es Pfizer y su anuncio de que su vacuna contra la covid tiene una eficacia “superior al 90%”.
El oro al contado XAU= subía un 0,5% a 1.884,76 dólares la onza a las 1857 GMT para terminar la semana con declive de 3,4%, su mayor pérdida semanal desde septiembre, debido a que la euforia por la vacuna de Pfizer Inc redujo la demanda de activos de refugio al inicio de la semana.
Tras haber abierto ya en positivo por la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones estadounidenses, las bolsas se vieron literalmente propulsadas tras el anuncio de los laboratorios Pfizer y Biontech de que su vacuna sería "eficaz en un 90%" contra el covid-19.
Pfizer Inc y su socia alemana BioNTech SE, las primeras farmacéuticas en declarar un éxito en los ensayos clínicos de su vacuna contra el COVID-19, dijeron que esperan obtener la autorización para el uso de emergencia de su fórmula más adelante este mes.
Pfizer y su socio alemán BioNTech SE dijeron que su vacuna experimental fue más de un 90% efectiva para prevenir COVID-19 según los datos iniciales de un estudio a gran escala, una victoria en la lucha contra una pandemia que ha sacudido la economía mundial.
El yen, que se había convertido en un refugio favorito, sufrió su mayor pérdida frente al dólar desde marzo, con la moneda estadounidense escalando hasta un 2,2%. Las divisas que se benefician de la búsqueda por riesgo, como el dólar australiano y la corona noruega, se fortalecieron aún más.
Los inversores dijeron que también se sintieron tranquilos por la noticia del sábado de que Joe Biden había obtenido suficientes votos para ganar las elecciones presidenciales de Estados Unidos, como lo habían internalizado la semana pasada.
El S&P 500 cayó después de tocar brevemente su nivel más alto desde el 25 de febrero. El índice ha rebotado más de 40% desde mediados de marzo, a pesar de que las infecciones por COVID-19 han aumentado rápidamente en Arizona, California, Texas y en otros 35 estados.
Los índices S&P 500 y Nasdaq subieron el miércoles porque las esperanzas de tener una vacuna para el COVID-19 crecían, lo que contrarrestaba el temor a una nueva ronda de cierres tras el aumento récord de casos de coronavirus en Estados Unidos.
