La aprobación legislativa de la polémica reforma energética del Gobierno mexicano se hizo a la carrera. Al Senado, en particular, le bastó una semana para discutirla y votarla. Pero su paso por el Congreso es solo la antesala de una batalla que puede durar más de un año.
El Gobierno mexicano revivió este miércoles el fantasma de la expropiación con la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica con la que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, busca "rescatar" a la empresa eléctrica del Estado del "saqueo" de empresas privadas y extranjeras.
En su conferencia matutina, Andrés Manuel López Obrador afirmó que una decena de empresas de energía, varias de ellas extranjeras y entre las que está la española Iberdrola, deberán renegociar sus contratos en el país en el marco de una controvertida reforma a la ley de la industria eléctrica.
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de México, Carlos Salazar, lamentó este miércoles que las empresas privadas fueran excluidas del debate de la reforma eléctrica aprobada en la víspera por el Senado y que prioriza a la estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE).
La inversión de 260 millones de dólares consiste en la instalación de una planta de manufactura inteligente que tendrá como objetivo acortar el ciclo de producción, reducir la logística y el tiempo de transporte al estar cerca del mercado de consumidores en el continente americano.
"Petróleos Mexicanos no fue ajeno a esta situación mundial y enfrentó la peor crisis de su historia. Sin embargo, gracias a los avances y logros que realizamos en el primer año de esta Administración, la empresa pudo enfrentar y salir adelante", afirmó su director general, Octavio Romero Oropeza.
La crisis del coronavirus ha hundido las finanzas de Pemex en 2020. El año pasado la petrolera estatal registró una pérdida histórica de 480.966 millones de pesos (22.995 millones de dólares), lo que supone un aumento de un 38% respecto a 2019 cuando las pérdidas de la petrolera estatal fueron...
La Cámara de Diputados de México aprobó el martes una propuesta de ley impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador que reforma la industria eléctrica nacional para dar prioridad a las plantas generadoras del gobierno —la mayoría muy contaminantes— y relegar a las de capital privado...
El sector automotriz, origen del 13% del PIB manufacturero, ha sido otro de los más golpeados. Las autoridades han pedido a las armadoras disminuir el consumo eléctrico ante la persistente inestabilidad en el sistema. Al menos cinco plantas han decidido parar máquinas o reducir su operación.
Los ductos del preciado combustible que atraviesan la frontera con Estados Unidos a través de Texas hacia el noreste de México quedaron congelados a consecuencia de la severa tormenta invernal que soportan varios estados del país vecino, pero sobre todo el de la "estrella solitaria".
Por contraste, en 2019 se recibieron 32.921 millones de dólares como saldo global, lo que representa una baja de casi 4,000 millones de dólares. La mayoría de los flujos de IED provinieron de reinversión de utilidades, seguido de transferencias de cuentas entre compañías y nuevas inversiones.
Con los cambios a la Ley de la Industria Eléctrica, el mandatario busca fortalecer a la CFE frente a empresas privadas, pues asegura que la reforma energética, de la que es un férreo crítico, sólo sirvió para favorecer al capital privado y debilitar a la CFE y a la petrolera estatal Pemex.
Texas está experimentando las temperaturas más frías en 30 años. En algunas regiones en las que normalmente hay un calor desértico, el termómetro descendió hasta los -18ºC, lo que ha generado un estado de emergencia, e inesperadamente ha dejado a los estados al norte de México sin electricidad.
“No solo se le compra caro. La CFE les compra a estas empresas a precios elevados, sino que además las subsidia. Entonces, al aprobarse esa reforma legal nos vamos a ahorrar mucho dinero y qué podemos garantizar con ese ahorro, que no nos cueste más la luz a los consumidores”.
La Cuarta Transformación, como el mismo López Obrador ha bautizado a su Administración, le declaró una batalla a muchos empresarios, a quienes acusó de “sentirse los dueños del país” y de ser “una minoría rapaz”. México ya está sufriendo las consecuencias.
López Obrador ha sido un gran contrario a la apertura del sector energético de la Administración anterior, argumentando que la reforma favoreció a las privadas y provocó un “grave perjuicio” a la CFE, ya que en ocasiones impedía que las centrales de la paraestatal vaciasen su carga.
Hace unos días, funcionarios del gobierno estadounidense anterior, entre los que se contaba el exsecretario de Estado Mike Pompeo, enviaron una carta al gobierno de nuestro país en el que expresaban su preocupación ante las acciones regulatorias en el sector energético.
La promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) de dejar de importar gasolina en los próximos tres años se aleja cada día más debido a los bajos resultados de refinación obtenidos por la actual administración, pese a la inversión que se ha hecho para alcanzar este objetivo.
La empresa, que ha visto una reducción en el consumo de gasolinas debido a la pandemia de coronavirus, dejaría de ocupar 9,374 puestos de trabajo sindicalizados en 2021 en sus refinerías, un aumento de poco más del 50% respecto a los que dejó de utilizar el año pasado, según el documento.
Finalmente, sobre las finanzas de la empresa paraestatal Pemex, la petrolera más endeudada del mundo, Herrera aseguró que sí “le quita el sueño” pero que están trabajando todos los días para reducir sus niveles de deuda. “Estamos trabajando todos los días con ellos,” dijo el secretario.
