MENSAJERÍA
El buey y el asno, junto al pesebre
Esto era lógico, pues ambos animales eran considerados la cifra profética tras la que se esconde el misterio de la Iglesia nuestro misterio, el de que, ante el Eterno, somos bueyes y asnos, bueyes y asnos a los que en la Nochebuena se les abren los ojos, para que en el pesebre reconozcan a su Señor