MUY OPORTUNO
Nuestros compañeros creyentes: amigos, no adversarios
La invitación aquí no es a movernos hacia un sincretismo acrítico que se ciegue a las genuinas diferencias denominativas, sino más bien a empezar más y más a acoger a todos nuestros hermanos y hermanas en la fe, y no sólo a los de nuestra propia denominación