¿El mundo se está acabando? ¿O solo es el miedo?
Preocuparse sobre el fin de todo, desdeñar eso, debatirlo, apostar por lo que vendrá después: esta podría ser una manera de ejercer control sobre lo incontrolable, de afirmar nuestra propia voluntad de acción o marcar distancias entre nosotros y lo inesperado.