De verdad, ¿no tengo tiempo?
Un joven llama por teléfono a su amigo. Quiere desahogarse, ser escuchado. Después de 5 minutos, del otro lado escucha: "Mira, ahora estoy muy ocupado y no tengo tiempo para seguir. Si quieres, otro día hablamos". Luego, el amigo "muy ocupado", se sienta en un sofá para jugar un videojuego.