El país podría concluir 2018 con más de 30,000 asesinatos, lo que convertiría este año en el más letal en al menos dos décadas. Pero más desesperanzador que las cifras, es la falta de soluciones.
Cuando llegó, abrieron fuego. Los asesinos lo esperaban en la puerta de su trabajo. Eran las 7 de la mañana. Las autoridades dicen que murió en el momento, por los balazos. A continuación, los pistoleros echaron gasolina al carro, al cadáver y prendieron fuego.
La jerarquía católica decidió blindarse ante los ataques a sacerdotes que han cobrado la vida de 24 de ellos desde 2012 y dio a conocer un plan para proteger a curas y parroquias de las acciones de criminales, sobre todo de bandas organizadas.
Al menos dos grandes organizaciones del crimen organizado han iniciado una guerra sin cuartel en Ciudad de México, que amenaza con ponerse cada vez más cruenta y salvaje.
Al menos dos grandes organizaciones del crimen organizado han iniciado una guerra sin cuartel en Ciudad de México, que amenaza con ponerse cada vez más cruenta y salvaje.
La violencia mexicana sin límites, como lo muestra el asesinato ayer de seis policías en el estado de Puebla, vecino a la capital, lo que se suma a una ola creciente y cada vez más preocupante de homicidios contra agentes del orden.
México y Estados Unidos lanzaron hoy un programa de colaboración para combatir grupos criminales y localizar a "delincuentes clave" que operan en ambos lados de la frontera de Tamaulipas-Texas.
Parecen piedras volcánicas, pero esas manos enguantadas que extienden con delicadeza cada fragmento carbonizado saben que no, que son huesos humanos y que cada pedazo tiene un nombre y una historia, aunque todavía no sepan cuál.
En este lugar donde nadie recuerda nada y quien sí trata de olvidar, hace apenas una semana un grupo de sicarios sembró el terror. La escena, tan cotidiana en un México bañado de sangre, se produjo esta vez en una de las avenidas más populares de Guadalajara. La segunda ciudad más grande el país.
La investigadora Carolina Robledo Silvestre afirmó hoy que el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa permitió "abrir los ojos" sobre el tema de la desaparición forzada en México, y permitió comprender el fenómeno con más precisión.
Juan Ramón de la Fuente fue rector durante casi una década de la Universidad Nacional Autónoma de México -de 1999 a 2007-, la mayor institución académica de América Latina. Ayer presentó enla Casa de América de Madrid su obra más reciente, La sociedad dolida.
El encargado de despacho de la Procuraduría General de la República, Alberto Elías Beltrán, dijo en un mensaje a medios que en las primeras horas del día se dio el operativo de captura, en un rancho del municipio de Ixtlahuacán, en el occidental estado de Colima.
La capital mexicana se parece cada vez más a otras zonas del país, teñidas de rojo a causa de la espiral de sangre que azota a México desde que el gobierno federal lanzó la "guerra contra el crimen organizado" en diciembre de 2006.
El 70% de las desapariciones de menores de edad en México durante la "guerra" al narcotráfico iniciada en 2007, ocurrieron durante la administración del actual presidente, Enrique Peña Nieto, según un informe publicado con motivo del Día Internacional de Niños y Niñas.
Una fría noche de diciembre de 2009, tres integrantes de una familia fueron secuestrados en el estado de Chihuahua por un grupo de hombres armados que vestían uniforme militar, y nunca se les volvió a ver.
Según las encuestas, la inseguridad, corrupción y economía son los tres problemas que más preocupan a los mexicanos. Pero no siempre fue así. Los veteranos recuerdan que antes, las campañas y los debates, giraban en torno a la pobreza.
Universitarios del estado mexicano de Jalisco rechazaron hoy la versión oficial de que tres estudiantes fueron asesinados y disueltos en ácido por miembros de la organización criminal Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Un "rapero" de 20 años, que se hace llamar QBA, y cuyos videos se han viralizado en las redes sociales, fue uno de los encargados de disolver en ácido los cuerpos de tres estudiantes de cine en el estado de Jalisco, oeste de México, generando una ola de indignación.
La tragedia de los tres estudiantes de cine que murieron a manos del crimen organizado en Jalisco pone a México de nuevo ante una de sus peores pesadillas. Los jóvenes aspirantes a cineastas fueron secuestrados, torturados, asesinados y disueltos en ácido mientras grababan una tarea escolar.
Javier Salomón Aceves Gastélum, Jesús Daniel Díaz García y Marco García Ávalos querían grabar un cortometraje de terror para una tarea universitaria. El 19 de marzo pasado visitaron una casa que parecía ser el set perfecto; no volvieron a ser vistos por sus familiares.
