Rafael Nadal, ausente de las pistas de tenis durante casi un año por problemas físicos, firmó este martes un expeditivo regreso al imponerse al austriaco Dominic Thiem en dos sets, por 7-5 y 6-1, en la primera ronda del torneo de Brisbane, en Australia.
No vio del todo claro el final de la pesadilla Rafael Nadal hasta el primer día de diciembre, cuando se convenció de que todo había terminado y que comenzaba una nueva realidad.
El serbio Novak Djokovic arrasó al italiano Jannik Sinner en la final de las Finales ATP de Turín con otra exhibición que cerró en dos sets, por un doble 6-3, y se proclamó 'Maestro' por séptima vez en su carrera, superando por tanto al suizo Roger Federer, con el que empataba a seis títulos.
Cada año da la sensación de que todo puede cambiar. Que casi definitivamente el nuevo orden va a irrumpir en el circuito. La nueva generación llega fuerte y ha echado a un lado a la camada precedente, también prometedora, que ya se disuelve y que pasa por el tiempo sin pena ni gloria.
El serbio Novak Djokovic se impuso al polaco Hubert Hurkacz por 7-6 (1), 4-6 y 6-1, pero el set que perdió le complica el pase a la ronda de los cuatro mejores de las Finales ATP que se disputan en Turín.
“No he estado en algunas Davis en mi carrera y sé las reacciones. Es normal que España no esté muy contenta con él, para nosotros y los demás equipos es bueno, pero siento la necesidad de defender a Carlos y a todos los jugadores porque sé la sensación que tiene y es normal”, apuntó.
Con Roger Federer retirado y Rafa Nadal, a menudo lesionado, a punto de retirarse después de la próxima temporada, los días de los "Tres Grandes" han quedado atrás, pero Djokovic, el último miembro de ese triunvirato, recordó a los aficionados en Nueva York que está lejos de estar acabado.
A lo largo de su carrera, Djokovic se proclamado campeón exactamente en un tercio de los 72 Slams que ha disputado. Después de irse 12-9 en sus finales de Slam cuando era veinteañero — derrotas ante Federer, Nadal, Andy Murray y Stan Wawrinka — su foja es de12-3 en sus 30.
"Le he visto jugar en la fase de clasificación, en las dos últimas rondas del cuadro principal, y he visto que es un gran jugador", dijo Djokovic tras el partido número 98 de su carrera en Flushing Meadows, donde sólo es superado por Jimmy Connors (115) y Roger Federer (103).
Pese a ser de generaciones diferentes (el serbio tiene 36 años), Alcaraz y Djokovic mantienen una sana pero vibrante rivalidad y este año han regalado enfrentamientos apasionantes como la final de Wimbledon (triunfo para Carlitos) y la final del Masters 1,000 de Cincinnati (victoria para 'Nole').
La tercera cabeza de serie ha pasado a un segundo plano frente a su compatriota Coco Gauff, ya que los aficionados locales esperan ver a una estadounidense levantar el trofeo por primera vez desde 2017, pero dijo que no tiene ningún problema en ceder el protagonismo.
Había sido otro día agitado en la semana previa al Abierto de Estados Unidos, el torneo que conquistó el año pasado para proclamarse campeón de una cita de Grand Slam por primera vez y, entonces con 19 años, convertirse en el hombre más joven en escalar a la cima del ranking mundial.
Por el contrario, el italiano Sinner, número seis del mundo, viene de ganar un torneo en Toronto, mientras que el alemán Alexander Zverev, finalista perdedor en 2020, ha tenido una sólida preparación con una carrera hasta las semifinales de Cincinnati que incluyó una victoria sobre Medvedev.
La batalla de Alcaraz contra el experimentado serbio por el primer puesto del ránking se desarrolló en gran medida como una rivalidad a distancia a principios de año, debido a las lesiones y a la ausencia forzada de Djokovic en la gira sobre pista dura en Estados Unidos.
“Para la gente que desde hace tiempo se ha preguntado sobre el futuro del tenis en la transición de una era dorada en la que tuvimos a varios de los mejores de todos los tiempos compitiendo entre sí simultáneamente”, dijo Lew Sheer, el director ejecutivo de la Asociación Estadounidense de Tenis.
Lo normal era preguntarle a Djokovic con quién puede comparar a la nueva sensación del tenis masculino — Carlos Alcaraz — tras perder ante el español al cabo de cinco sets y más de cuatro horas y medio de juego brillante y momentos dramáticos en la final de Wimbledon el domingo.
¿Novak Djokovic lamenta algo? Sí, dos cosas. El desempate casi al inicio de la final de Wimbledon el domingo, cuando el serbio de 36 años estaba a un punto de colocarse arriba por dos sets ante Carlos Alcaraz de 20 años.
No mintió Carlos Alcaraz. Iba a ser el mejor día de su vida. Y lo fue. El español bordó el primer título en Wimbledon de su carrera deportiva, ante Novak Djokovic, el siete veces cample, y cumple el sueño de su niñez: ganar el Grand Slam más bonito de todos y ante uno de los mejores de la historia.
El italiano dejó escapar puntos de quiebre, incluidos dos puntos de set en el tercer parcial, mientras que Djokovic se mostró tan eficaz como de costumbre, ejerciendo una presión constante sobre el saque del octavo cabeza de serie y aprovechando las oportunidades que se le presentaban.
Novak Djokovic se colocó un paso más cerca de su octavo título en Wimbledon y el quinto de manera consecutiva al salir constantemente de problemas con su servicio para derrotar el viernes 6-3, 6-4, 7-6 (4) a Jannik Sinner en las semifinales.
