TRASCENDENTAL
¡Es el Señor!
El amanecer acompaña la presencia de Jesús en la orilla y el dato de la luz nos introduce en una situación nueva: comienza el día, se escucha una palabra y la red desborda de peces. La luz llega a los ojos de Juan y le hace salir de Id oscuridad y entrar en el reconocimiento: «¡Es el Señor!»