Los cuatro estadounidenses, Latavia Washington McGee, de 33 años, Shaeed Woodward, de 33, Zindell Brown, de 28 y Eric James Williams, de 38, fueron secuestrados el viernes pasado luego de que hombres armados dispararon a su auto en una intersección de Matamoros.
Los residentes de la ciudad fronteriza de Matamoros, en el norte de México, buscaban recuperarse el sábado de una noche de terror en la que fuertes tiroteos obligaron a civiles a buscar refugio.
El gobernador, “delincuente confeso” a los ojos del presidente, no se ha enfrentado a la justicia, a pesar de que la Cámara de Diputados lo despojó de su inmunidad política en abril, porque el Congreso local frenó el proceso, en una controversia que llegó hasta la Suprema Corte.
Los cuerpos de nueve hombres, algunos de ellos baleados y mutilados, fueron localizados tendidos en un camino vecinal en el norte de México, cerca de Texas, en medio de una ola de violencia que mantiene atemorizados a los pobladores de esa región.
Ocho personas fueron detenidas por su presunta relación con los ataques ocurridos en la ciudad fronteriza de Reynosa, limítrofe con Texas, informaron el domingo las autoridades del norte de México, con lo que se eleva a 13 la cifra de detenidos por el caso.
Desde hace algo más de dos semanas, medios y cuentas de redes sociales en México publican -y replican hasta el infinito- imágenes y vídeos donde aparecen presuntos integrantes de grupos criminales repartiendo comida y otros enseres a la población.
La relación entre México y Estados Unidos entra en una nueva fase. En pleno año electoral, Washington ha aumentado las exigencias al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador en materia de seguridad y combate al narcotráfico.
El terror, el horror, viajaba a bordo de tres camionetas y se apostó frente a la puerta del Sol y Sombra pasada la una de la madrugada. Una veintena de individuos encapuchados, con rifles AK-47 y AR-15, vestidos con uniforme de la Agencia Federal de Investigación (AFI), abrió fuego sin...
En el extremo más oriental de la frontera entre Estados Unidos y México, el límite entre ambos países es apenas una lengua de arena que entorpece la desembocadura del Río Bravo. Aquí no hay barras de hierro que se meten en el mar para evitar el cruce ilegal de personas...
Con los capos detenidos o muertos, los cárteles del crimen organizado se fraccionaron en pequeñas bandas que protagonizan hoy una violenta narcoinsurgencia en México, asegura a Efe el escritor y periodista mexicano Juan Alberto Cedillo.
Fueron seis los bares atacados a lo largo de la noche del sábado y la madrugada de este domingo, además de otros incidentes registrados en diversos puntos de la zona metropolitana de Monterrey, según el vocero de la Procuraduría de Justicia estatal, Mario Pérez.
El gobernador del estado mexicano de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, dijo hoy confiar que el caso del exgobernador Tomás Yarrington, extraditado de Italia a Estados Unidos por tráfico de drogas, fraude y blanqueo de capitales, se convierta en un "precedente ejemplar".
