VOX DEI
«Hace oír a los sordos y hablar a los mudos»
Jesús es una persona que todo lo hace bien, porque sólo hace acciones buenas, y aquello que hace, lo deja acabado. No entrega nada a medias; y no espera a acabarlo después.
Jesús es una persona que todo lo hace bien, porque sólo hace acciones buenas, y aquello que hace, lo deja acabado. No entrega nada a medias; y no espera a acabarlo después.
En Alejandría, en Egipto, conmemoración de santa Apolonia, virgen y mártir, la cual, después de haber sufrido muchos y crueles tormentos por parte de los perseguidores, para no verse obligada a proferir palabras impías prefirió entregarse al fuego antes que ceder en su fe (c. 250).
La palabra Nagasaki trae luego a la memoria la arrasadora bomba atómica lanzada contra ella al final de la Segunda Guerra Mundial. Pocos saben, entretanto, que esta ciudad fue también palco del heroico testimonio de numerosos mártires de la Fe.
"La existencia del mal no se debe a la falta de poder o de bondad en Dios; al contrario, Él solo permite el mal porque es suficientemente poderoso y bueno para sacar del propio mal el bien". "Todo concurre para el bien de los que aman a Dios"
En aquel tiempo, Jesús partiendo de allí, se fue a la región de Tiro, y entrando en una casa quería que nadie lo supiese, pero no logró pasar inadvertido, sino que, en seguida, habiendo oído hablar de Él una mujer, cuya hija estaba poseída de un espíritu inmundo, vino y se postró a sus pies.
Los negocios obligaron al matrimonio a residir fuera de Italia, y dejaron a Bakhita y a Minnina bajo el amparo de las cannosianas de Venecia. El administrador de la familia, Cecchini, le regaló un crucifijo que ella contemplaba sintiendo una indescriptible emoción en lo más íntimo de su ser.
Fue elegido pontífice el 16 de junio de 1.846. Era el sucesor de Gregorio XVI. Se le ha denominado el «papa de la cruz». No en vano, su largo pontificado, que duró 32 años, transcurrió en una época histórica convulsa; la masonería internacional tenía en el punto de mira a la Iglesia.
En aquel tiempo, Jesús llamó a la gente y les dijo: «Oídme todos y entended. Nada hay fuera del hombre que, entrando en él, pueda contaminarle; sino lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre. Quien tenga oídos para oír, que oiga».
Comprendiendo que era la voz de Dios, el esposo virginal de María obedeció, "aún sabiendo todos los riesgos que correría yendo para Egipto y que Jesús podría ser muerto en cualquier momento. ¡Una tremenda perplejidad más, a exigirle sangre del alma!"
Virtualmente, cada evento social y moral es una zona de guerra: la situación de las mujeres, el cambio climático, los roles de género, la sexualidad, el matrimonio y la familia como instituciones, el papel del gobierno, cómo tiene que ser entendida la comunidad LGBTQ, entre otros problemas.
Hay una singularidad en los evangelios que pide una explicación: Jesús -según parece- no quiere que la gente conozca su verdadera identidad como el Cristo, el Mesías. Continúa avisando a la gente que no revele que él es el Mesías. ¿Por qué?
El tren llegó a tiempo. El jefe estuvo más amable que nunca. El pronóstico de buen tiempo se cumplió. La comida salió bien. En casa no hubo discusiones.
San Felipe de Jesús fue el primer santo mártir mexicano en ser canonizado. Junto con un grupo de misioneros españoles, mexicanos y japoneses, entrega su vida por Cristo en el Japón a los 24 años de edad. Se celebra el día 5 de Febrero. Aprende el viaje de martirio y misión de este santo aquí.
«Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. En vano me rinden culto, ya que enseñan doctrinas que son preceptos de hombres'. Dejando el precepto de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres».
Este es el punto donde se dividen los espíritus y donde se decide si somos o no cristianos. Somos cristianos de verdad desde el momento en que aceptamos la cruz, porque es en la cruz donde se prueba nuestro corazón de hijos.
Durante décadas fueron escasísimos los instantes de respiro. Ciertamente, la naturaleza no se portó bien con ella. Nada agraciada en sus facciones y con el cuerpo marcado por una incipiente discapacidad, considerada culpable de su condición femenina y subestimada al extremo, sufrió el desprecio.
Vino al mundo en Tarímbaro, Michoacán, México, el 10 de junio de 1880 en el seno de una humilde familia que supo transmitirle su piedad y hacer de él un muchacho sensible y dispuesto siempre a volcarse en los demás. Creció habituado a rezar el rosario y a buscar el bien del prójimo.
Al atardecer, a la puesta del sol, le trajeron todos los enfermos y endemoniados; la ciudad entera estaba agolpada a la puerta. Jesús curó a muchos que se encontraban mal de diversas enfermedades y expulsó muchos demonios. Y no dejaba hablar a los demonios, pues le conocían.
En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo: «Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco.» Porque eran tantos los que iban y venían que no encontraban tiempo ni para comer.
El encuentro del Señor con Simeón y Ana en el Templo acentúa el aspecto sacrifical de la celebración y la comunión personal de María con el sacrificio de Cristo, pues cuarenta días después de su divina maternidad la profecía de Simeón le hace vislumbrar las perspectivas de su sufrimiento